La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y la Fundación Quercus han suscrito este martes un acuerdo de colaboración destinado a la inclusión laboral de jóvenes que han sido tutelados por la administración regional.
La presentación del acuerdo, realizada en el Palacio de Fuensalida, ha contado con la presencia del presidente regional, Emiliano García-Page; la consejera de Bienestar Social, Bárbara García Torijano, y representantes de la Fundación.
El proyecto perseguirá la formación de estos jóvenes en ámbitos profesionales del sector agroalimentario, con la colaboración de empresas que, a través de esta Fundación, participarán en su formación e introducción en puestos cualificados.
Según ha destacado García Torijano, actualmente la Administración regional cuenta con la tutela de 1.077 jóvenes, provenientes de entornos desestructurados o que no cuentan con el apoyo de una estructura familiar.
La tutela de estos jóvenes concluye cuando alcanzan su mayoría de edad, siendo necesario disponer de proyectos para facilitar su introducción al ámbito laboral sin que queden desamparados.
«Nos falta tener esa puerta de acceso al mundo laboral, en ese objetivo es en el que nos centramos con la firma de este convenio», ha planteado García Torijano. «Desde Castilla-La Mancha lo hacemos con 185 jóvenes, pero necesitamos mucho más lejos», ha declarado.
Por parte de la Fundación, Pablo Cantarero Gómez, patrono de la misma, ha señalado que para ellos esta «es una oportunidad única de conseguir el bien social».
Asimismo, ha destacado que supone una oportunidad para devolverle a la sociedad parte del éxito empresarial logrado gracias a ella.
«ENFOQUE INTELIGENTE»
El presidente de Castilla-La Mancha también ha resaltado que la iniciativa responde a un proyecto completamente ideado desde la Fundación, destacando el valor de la colaboración público-privada para conseguir fines sociales. Para García-Page, el enfoque el proyecto en jóvenes tutelados por la administración es «muy inteligente».
El presidente regoinal ha subrayado que estos jóvenes se encuentran en una situación profundamente vulnerable. «Hay un momento en que la competencia de las administraciones públicas dejan de tener esa tutela, los chavales tienen que emanciparse», ha planteado en este sentido.
«Que haya una fundación que se preocupe por ese salto, me parece, sinceramente, que está pensado, que responde a una necesidad social de primera magnitud», ha añadido.
García-Page también ha puesto en valor la zona elegida para desarrollar el proyecto, en Mesa de Ocaña. «Es una zona en la que se están concentrando cada vez más oportunidades de empleo», ha señalado.
