El Gobierno de Castilla-La Mancha ha solicitado este lunes al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico que inicie de manera urgente el periodo de información pública sobre la modificación de las reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura. Esta petición se produce después de nueve meses de retraso en la implementación de cambios que definirían los caudales a trasvasar, los cuales deben estar en consonancia con los caudales ecológicos del río Tajo, establecidos por cinco sentencias del Tribunal Supremo.
Mercedes Echegaray, directora de la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha, hizo esta declaración durante la inauguración del Máster universitario en Hidrología y Gestión de Recursos Hídricos de la Universidad de Alcalá. Echegaray subrayó que el año hidrológico debería haber comenzado con estas modificaciones, algo que no ha sucedido, según lo comunicado por la Junta en una nota de prensa.
La directora expuso también que la normativa actual requiere una línea de reserva estratégica para la cuenca cedente, la cual necesita ser modificada para garantizar el desarrollo socioeconómico de los municipios ribereños. Esto es especialmente relevante en un contexto donde la Comisión de Explotación del Trasvase ha aprobado recientemente un nuevo trasvase de 81 hectómetros cúbicos, justificando la medida por la situación de los embalses de Entrepeñas y Buendía, que están por encima de su capacidad en más de 1.000 hectómetros cúbicos tras doce años de acumulación.
A pesar de que la normativa permite realizar tres trasvases automáticos, Echegaray enfatizó la necesidad de adoptar un enfoque que garantice la sostenibilidad medioambiental del Tajo. Destacó que las previsiones meteorológicas indican que el año se presentará seco, lo que exige reglas de explotación adecuadas a la realidad climática. En este sentido, Echegaray criticó que no se contemplen adecuadamente las necesidades de la cuenca cedente ni el principio de prioridad.
Finalmente, señaló que establecer un umbral mínimo de reservas trasvasables superior a los actuales 400 hectómetros cúbicos puede llevar a una situación insostenible, ignorando tanto las sequías como las necesidades de abastecimiento de los municipios ribereños y de las más de 300.000 personas que dependen del agua de la Tubería Manchega.