El Gobierno de Castilla-La Mancha ha decidido solicitar la declaración de zona catastrófica al Gobierno de España debido a los severos daños causados por la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) en la región. Esta decisión se enmarca en el contexto de una crisis que ha afectado particularmente a las localidades de Letur, en Albacete, y Mira, en Cuenca. La consejera portavoz del Gobierno regional, Esther Padilla, informó en una rueda de prensa que el presidente Emiliano García-Page formalizará esta petición en un futuro cercano, destacando que la prioridad actual es la atención a las personas afectadas.
Desde que el 28 de octubre se emitiera un aviso de nivel naranja por lluvias en la comarca de Alcaraz y Segura, la situación ha ido empeorando. Padilla recordó la trágica noticia del fallecimiento de una mujer de 88 años en Mira y detalló que, en respuesta a la evolución del fenómeno meteorológico, las autoridades activaron diversas alertas y situaciones operativas. En particular, el Meteocam cambió a nivel 2 en la provincia de Cuenca ante la intensificación de las lluvias.
Hasta el momento, el servicio de emergencias 112 ha registrado numerosas llamadas relacionadas con incidentes en al menos 12 municipios, siendo Mira la más afectada con 38 incidentes reportados. Los tipos de incidentes incluyen obstáculos en las vías, desprendimientos y cortes en el suministro eléctrico y telefónico. Esto ha llevado a la activación de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y del Plan Infocam para abordar la situación.
En Letur, se han realizado rescates de 40 personas por parte de la Guardia Civil y los bomberos, aunque actualmente seis personas siguen desaparecidas, lo que mantiene en alerta a los equipos de búsqueda. Para proteger a la población, se ha evacuado la residencia de ancianos en Mira y cerrado colegios en varias localidades.
Las infraestructuras también han sufrido severos daños: Letur ha quedado sin suministro eléctrico y agua potable, lo que ha obligado a la Diputación de Albacete a trabajar en el abastecimiento mediante cisternas. Se han establecido albergues temporales en la localidad para atender a las familias afectadas.
En cuanto a los esfuerzos en infraestructura, se han cerrado varias carreteras debido a daños y se están buscando rutas alternativas para facilitar la comunicación. En total, más de 150 efectivos han sido movilizados en Letur, mientras que en Mira, los equipos de rescate y apoyo suman alrededor de 134 efectivos.
Desde el ámbito sanitario, la situación ha comenzado a normalizarse en la mayoría de las áreas afectadas, aunque siguen existiendo problemas en Letur, donde se ha montado un puesto médico temporal.
A través de su intervención, Esther Padilla expresó su gratitud hacia las comunidades autónomas que han ofrecido ayuda y apoyo, y señaló la solidaridad de Castilla-La Mancha hacia otras regiones, incluyendo la Comunidad Valenciana, que ha sufrido eventos similares. La situación actual sigue siendo crítica, y se aguarda la respuesta del Gobierno central a la solicitud de declaración de zona catastrófica.
