La consejera de Igualdad y portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Blanca Fernández, ha asegurado este jueves que se alegra «profundamente» de que «la parte socialista del Gobierno, directamente el presidente del Gobierno, le haya torcido el brazo a Podemos» porque, a su juicio, eso es lo que ha ocurrido al decidir rectificar la ley del ‘sólo sí es sí’.
Tras la firma de un convenio con la Diputación de Toledo, a preguntas de los medios por la rebaja de hasta 19 condenas en Castilla-La Mancha en aplicación de la mencionada ley, Fernández ha constatado que estamos «asistiendo a la crónica de rebajas de penas anunciadas» y aunque se le advirtió a la ministra de Igualdad, Irene Montero, «es muy lamentable que tengamos que asistir a aquello que se nos decía que no iba pasar nunca jamás».
«Ahora el Gobierno va a rectificar y me alegro profundamente de que la parte socialista del Gobierno le haya torcido el brazo a Podemos» y no porque esto sea «una batalla política, que no debe serlo en absoluto» sino porque rebajando las penas o excarcelando a condenados se vuelve a revictimizar a las mujeres víctimas de agresiones sexuales «y esto no se puede consentir».
De ahí que Fernández haya valorado «positivamente» el anuncio del Ejecutivo central para rectificar la norma en el sentido de modificar las penas para subir las mínimas y evitar lo que está suciendo, algo que ha acogido con «satisfacción», aunque le hubiera gustado tener esa noticia «mucho antes» y, como Gobierno, «que no se hubiera producido».
No obstante, ha subrayado que «la ley es una buena ley» en términos generales, aunque ha lamentado que, siendo una buena ley, «da la sensación de que es un desastre» y que al final ese sea el argumento que se ha «puesto en manos de la derecha». «La ley del ‘sólo sí es sí’ no es una chapuza, la parte de la rebaja de las penas sí lo es», ha concretado.
La consejera de Igualdad ha admitido que «se tenía que haber reaccionado antes» porque los cambios que ahora se produzcan no tienen «carácter retroactivo», incidiendo en que está es «una batalla que ha ganado directamente Pedro Sánchez a Irene Montero».