El Gobierno de Castilla-La Mancha ha salido en defensa del presidente regional, Emiliano García-Page, asegurando que su actuación se realiza con «coherencia, respeto y lealtad» hacia el PSOE y la comunidad que representa. Esther Padilla, consejera portavoz del Gobierno, ha declarado que García-Page «no necesita indicaciones de cómo actuar» y que continuará expresando sus opiniones de manera abierta y directa.
Estas declaraciones se producen en respuesta a las críticas formuladas por la secretaria general del PSPV-PSOE y ministra de Ciencia, Diana Morant, quien había acusado a García-Page de victimismo y de fomentar el conflicto entre compañeros socialistas al criticar abiertamente situaciones en otras comunidades gobernadas por el PSOE.
Padilla ha defendido la postura de García-Page, afirmando que su manera de actuar proviene de su «absoluta lealtad» al partido y a la comunidad autónoma que se comprometió a defender. Ha explicado que las preocupaciones del presidente emergen especialmente en relación con acuerdos que, a su juicio, podrían perjudicar a los intereses de Castilla-La Mancha, como es el caso de la financiación catalana.
En su intervención, la portavoz del Gobierno regional también se refirió a los recientes comentarios de Sílvia Paneque, portavoz de la Generalitat, quien había planteado que la hoja de ruta del Govern con el Gobierno español está «muy bien definida» en los acuerdos con ERC. Padilla refutó esa afirmación, señalando que la Generalitat no puede hablar en nombre del PSOE y subrayando que el pacto alcanzado en el Congreso por el PSOE en relación a la financiación autonómica es «incompatible» con el acuerdo de Esquerra. Asimismo, enfatizó que la postura aprobada por el PSOE se alinea plenamente con la posición de Castilla-La Mancha, que cuenta con el respaldo de todas las federaciones del partido.