Castilla-La Mancha contará desde 2023 con una nueva línea de ayudas dirigida a ganaderas y ganaderos de ovino y/o caprino en extensivo que se ayuden de mastines para reducir el nivel de daños ocasionados en sus explotaciones ganaderas en zonas con riesgo de presencia del lobo ibérico.
Estas ayudas se suman a las ya existentes para indemnizar a aquellos que sufren daños en su ganado y para prevenir ataques de lobo, que llevan convocándose desde hace años en Castilla-La Mancha, ha informado la Junta en un comunicado.
El Ejecutivo que preside Emiliano García-Page ya eliminó el límite máximo de las ayudas a la ganadería extensiva por ataques de lobo, modificación que también ha entrado en vigor este año 2023.
La directora general de Políticas Agroambientales, Silvia Nieto, y el delegado provincial de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural en Guadalajara, Santos López, se han reunido este martes con representantes de la Asociación de Ganaderos de la Sierra Norte al objeto de perfilar los últimos detalles de esta línea de ayudas, cuya puesta en marcha responde a las demandas de las ganaderas y ganaderos de la Sierra Norte de Guadalajara por ser ésta la zona de nuestra región donde se ha registrado el mayor número de ataques y presencia estable de manada de lobos en los últimos años.
Con el objeto de garantizar la convivencia del lobo y las explotaciones ganaderas en extensivo, esta nueva línea de ayudas subvencionará el mantenimiento de perros mastines, históricamente aliados de los ganaderos por su instinto de guarda y protección, para la defensa del ganado ovino y caprino de explotaciones extensivas, que tengan ganado ubicado en zonas con riesgo y un número suficiente de mastines para que cumplan su función de proteger al ganado frente a los posibles ataques de lobo ibérico.
No serán subvencionables la adquisición de los perros, ni los gastos veterinarios iniciales y de inscripción en los registros correspondientes, puesto que ya existen ayudas dentro del programa de Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha que engloban la adquisición de cercados fijos o arreglo de los ya existentes, vallados portátiles, pastores eléctricos y/o adquisición de perros mastines, con el fin de mejorar la seguridad del ganado en el marco de acciones de carácter preventivo destinadas a evitar daños ocasionados por el lobo ibérico en la provincia de Guadalajara.
«La convivencia con el lobo supone un reto para nuestros ganaderos y ganaderas y, por ello, desde el Gobierno regional seguiremos apoyándoles, ya que se trata de un sector estratégico en Castilla-La Mancha para el aprovechamiento sostenible de los recursos forrajeros de las zonas no aptas para el cultivo, manteniendo un equilibrio medioambiental, en beneficio de todo el ciclo agronómico y favoreciendo la biodiversidad», ha recalcado la directora general.