«Vamos a hacer una ley mejor, más moderna todavía, que nos ponga todavía más en la vanguardia», así se ha pronunciado el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, acerca del Estatuto de las Mujeres Rurales. «Creo que es la mejor contribución que podemos hacer al desarrollo rural», ha apuntado.
Cuando se modifique, ya en la próxima legislatura, asociaciones y empresas «se verán en la obligación de incorporar al menos un 40 por ciento de mujeres en sus órganos de dirección, en los Consejos Rectores de las Cooperativas o en los Consejos de Administración de las empresas particulares; si no, al menos, el mismo porcentaje de mujeres que tienen en su base social», ha detallado Martínez Arroyo.
Durante una visita a la pastelería de Fátima Gismero, pastelera revelación en Madrid Fusión y miembro del colectivo Mujeres en Gastronomía, el consejero ha destacado que el empoderamiento y la visibilización de las mujeres en el medio rural «es esencial, es la tarea más importante que tenemos para garantizar el futuro de nuestro territorio, de nuestros pueblos», ha informado la Junta en nota de prensa.
Martínez Arroyo ha puesto a Gismero como ejemplo de las «cosas bonitas y cosas buenas, que tenemos tantísimas en Castilla-La Mancha» y ha asegurado que ella «ha revolucionado de alguna manera la forma de entender la pastelería en Castilla-La Mancha».
Durante la visita, el consejero ha tenido la oportunidad de conocer otros proyectos de emprendedoras del medio rural, como el de AOVE La Común, de las hermanas Laura y Elena Sánchez; y el restaurante Laurea, regentado en Pastrana por Cristina Pendolero. Martínez Arroyo ha estado acompañado por la directora general de Alimentación, Elena Escobar; el delegado de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural en la provincia de Guadalajara, Santos López; y el alcalde de Pioz, Juan Antonio Pendás.
DO UCLÉS, SOSTENIBLE Y FEMENINA
Tras conocer el proyecto de Gismero, Francisco Martínez Arroyo se ha desplazado hasta Fuente de Pedro Naharro, donde ha visitado dos bodegas pertenecientes a la DO Uclés: Bodegas Fontana y la cooperativa ‘La Soledad’. Esta Denominación de Origen se caracteriza por trabajar de manera sostenible. De hecho, cuenta en la actualidad con cuatro planes específicos en este sentido: reducción del consumo de agua, reducción del consumo de energía, reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y reducción de residuos.
En Bodegas Fontana ha podido visitar un proyecto que hace vino «todo ecológico, todo vegano y todo con DO Uclés», tal como ha explicado su gerente, Isabel Hernández. La Cooperativa ‘La Soledad’ también tiene importante representación femenina, con su enóloga, Milagros Romero, que es, a su vez, presidenta del Colegio de Enología de Casilla-La Mancha. Una tercera mujer ha sido también protagonista de las visitas, Lola Núñez, gerente de la D.O. Uclés.
MUJERES EN GASTRONOMÍA
Tanto la pastelera Fátima Gismero como las olivicultoras de La Común, las hermanas Laura y Elena Sánchez; la propietaria del restaurante Laurea, Cristina Pendolero; la gerente de la D.O. Uclés, Lola Núñez; la gerente de Bodegas Fontana, Isabel Hernández; y la enóloga de La Soledad, Milagros Romero, pertenecen a Mujeres en Gastronomía (MEGs), un colectivo que ya «es un referente en nuestro país y yo he querido hoy ponerlo en el mapa, contarlo», ha resaltado Martínez Arroyo.
MEGs es una red formada por mujeres que quieren demostrar que el talento en gastronomía no tiene género. En Castilla-La Mancha, cuenta ya con más de un centenar de cocineras, personal de sala, sumilleres, panaderas, pasteleras, productoras agroalimentarias, ganaderas, agricultoras, investigadoras, docentes, asesoras gastronómicas, organizadoras de eventos, periodistas o creadoras de contenido especializadas en la gastronomía.
El consejero ha manifestado que «debemos hacer justicia con las mujeres, que llevan mucho tiempo haciendo mucho esfuerzo con poco reconocimiento». Además, ha puesto en valor que, muchas, de distintos sectores, colaboran entre ellas y ponen en práctica una verdadera economía circular, que contribuye con el sector productor: «¡qué sería de nuestros agricultores y ganaderos sin la gastronomía», ha dicho.
El movimiento MEGs, de espíritu colaborativo, pretende impulsar la visibilidad de la mujer en la gastronomía y trabaja por respaldar el talento femenino y divulgar el conocimiento en un ámbito de igualdad. Además, crea espacios de trabajo, colaboración y sinergias para impulsar nuevos proyectos empresariales, académicos y científicos.
Solo en Castilla-La Mancha engloba a más de un centenar de mujeres.