El Gobierno de Castilla-La Mancha ha anunciado que se estudiará una posible medida de arranque de viñedo, aunque se ha subrayado que esta debería ser «muy quirúrgica». Según el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, es fundamental no perder la capacidad productiva de la región, ya que ello podría conllevar, en palabras del consejero, «un riesgo importante» de despatrimonialización por parte de las cooperativas, las cuales suelen ser las únicas empresas presentes en algunos municipios.
Martínez Lizán ha comentado estas cuestiones antes de reunirse con el presidente de Asaja Castilla-La Mancha, José María Fresneda, quien expuso la agenda que la Asociación llevará a Bruselas. Durante la reunión, el consejero destacó que existen «diferencias abismales» en el sector vitivinícola a nivel europeo y reconoció las problemáticas específicas que enfrentan algunas zonas de España, como La Rioja. Sin embargo, aseguró que Castilla-La Mancha se encuentra en una posición favorable en este contexto, con un aumento constante en las salidas del vino y un crecimiento en el volumen vendido.
A pesar de estos resultados positivos, el consejero advirtió que quizás no sean suficientes para cubrir los costes de producción de ciertos agricultores. En este sentido, afirmó que la Junta estudiará y posiblemente ejecutará la medida de arranque de viñedo, enfatizando la necesidad de que sea muy específica, sin comprometer la capacidad productiva de la región.
Por su parte, el presidente de Asaja enfatizó la importancia de acudir a Bruselas, argumentando que es necesario ante el «hartazgo» que sienten los agricultores. Fresneda subrayó que la organización está llevando a cabo un esfuerzo para que las condiciones mejoren para los agricultores, asegurando que no aceptarán medidas restrictivas sin la debida compensación, y rechazó el modelo agrario que se basa únicamente en subsidios.
El consejero Martínez Lizán también hizo hincapié en la necesidad de que las administraciones compensen adecuadamente a los agricultores y se mostró de acuerdo en que deben recibir una retribución justa por su producción. Finalmente, indicó que es crucial colaborar con organizaciones agrarias, como Asaja, para asegurar que las inquietudes de Castilla-La Mancha sean trasladadas y atendidas a nivel europeo.
