El consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, ha expresado su confianza en que la reunión del pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) que se realiza hoy en Toledo, logre avanzar en el desbloqueo del Plan de Salud Mental. Durante una atención a los medios antes del inicio de la reunión, Fernández Sanz destacó la importancia de que este encuentro sea consensuado y que se tomen decisiones ejecutivas sobre la aprobación del plan, luego de que la reunión previa en febrero no lograra alcanzar un acuerdo.
El consejero subrayó que Castilla-La Mancha ve de forma positiva el establecimiento del Plan de Salud Mental, recordando que fue la primera comunidad autónoma en implementar la especialidad de psiquiatría para la infancia y la adolescencia. También se mostró abierto a abordar el tema de la psicología, siempre que se cuente con el apoyo necesario.
Sin embargo, Fernández Sanz admitió que, aunque desde la Administración de Castilla-La Mancha se apoyó el plan, se hizo con cierta reticencia, enfatizando la necesidad de incluir la perspectiva y participación de todos los profesionales implicados. A su vez, mencionó que el plazo para que las sociedades profesionales evaluaran el plan ya ha concluido, y ahora se encuentran expectantes ante lo que pueda decir la ministra de Sanidad.
Entre los puntos de controversia planteados entre las autonomías, destacó el volumen de personal a incorporar y las pautas de medicación. En este sentido, enfatizó que debe haber un consenso entre el Ministerio, la Dirección General de Ordenación y las comunidades para establecer el número adecuado de plazas a crear. Respecto a las pautas de medicación, hizo referencia a la propuesta de «desprescripción» incluida en el borrador del Ministerio, que generó debate con las sociedades científicas, considerando necesario adoptar un enfoque más consensuado sobre la prescripción de medicamentos relacionados con salud mental.
El consejero también abordó otros temas que están sobre la mesa en el CISNS, como el modelo de certificación médica para el «olvido oncológico», que se rige por un real decreto y tiene gran importancia para quienes han padecido cáncer. En este aspecto, enfatizó que, tras cinco años sin recaídas y sin tratamiento, no deberían ser considerados como personas afectadas por la enfermedad.
Por último, Fernández Sanz mencionó la formación de un grupo de trabajo que se encargará de mejorar la reserva estratégica ante enfermedades emergentes y otros posibles escenarios. Destacó la relevancia de la reunión en Toledo y reiteró su esperanza de que se logren decisiones frutos de consensos que beneficien a la salud pública.
