El Gobierno de Castilla-La Mancha ha expresado su satisfacción por la propuesta de modificación del trasvase Tajo-Segura, presentada por el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco), que contempla una reducción de hasta un 40% en las derivaciones de agua para 2027. Sin embargo, las autoridades regionales han subrayado que no se conforman con este «avance notable» y continuarán esforzándose por obtener mejores condiciones para la región.
La consejera de Desarrollo Sostenible de la Junta, Mercedes Gómez, realizó estas declaraciones durante una rueda de prensa junto a la consejera portavoz del Gobierno regional, Esther Padilla, en la que se abordaron los asuntos aprobados por el Consejo de Gobierno. Gómez subrayó que Castilla-La Mancha ha estado esperando durante mucho tiempo esta decisión y destacó que la gestión del Ejecutivo de Emiliano García-Page ha sido la única que ha presentado un documento propio con propuestas concretas.
«El Ministerio ha recogido buena parte de nuestras sugerencias, lo que consideramos un esfuerzo significativo, aunque aún queda camino por recorrer», afirmó la consejera. Según Gómez, la modificación del trasvase representará «un paso muy importante» ya que permitirá que el agua que proviene de esta región «revierta de verdad en beneficio de sus ciudadanos y de sus ecosistemas».
Además, detalló que con la nueva propuesta se reducirá el volumen trasvasable de los actuales 27 hectómetros cúbicos a un máximo de 20 en nivel 2 a partir de 2027. Esta modificación incluye un descenso progresivo en las transferencias de agua, dependiendo de la situación de los embalses de cabecera, lo que se traduce en una «mejora sustancial» en la defensa de los intereses de la cuenca cedente.