El Gobierno de Castilla-La Mancha ha anunciado su intención de desarrollar una herramienta que permita conocer el número de personas de la región que están involucradas en proyectos y conflictos internacionales, con motivo del Día de las Personas Cooperantes que se celebra el 8 de septiembre. La viceconsejera de Bienestar Social, Guadalupe Martín, hizo esta declaración en una rueda de prensa acompañada por el presidente de la Coordinadora de ONGD de la región, Fernando Gutiérrez, y el cooperante Manuel Lorenzo.
Martín destacó que esta iniciativa se enmarca dentro de los esfuerzos por adaptar la ley regional de cooperación a la nueva normativa estatal aprobada el año pasado. Aseguró que esta herramienta podría proporcionar «una información más cierta» sobre la cantidad de cooperantes de Castilla-La Mancha, subrayando la importancia de reconocer su labor en un día tan significativo. «Es justo que seamos capaces de trasladar esa sensación de orgullo de Castilla-La Mancha», afirmó sobre aquellos que trabajan en circunstancias difíciles en países lejanos.
De acuerdo con datos de la Agencia Española de Cooperación, el año pasado había 119 cooperantes de Castilla-La Mancha entre las 2.700 personas en España que se dedicaban a esta labor. La agencia se espera que actualice esta cifra en referencia al año en curso. Además, Martín mencionó el programa de voluntariado juvenil en cooperación, que busca seguir avanzando en la participación de jóvenes en proyectos internacionales.
La Consejería de Bienestar Social ha recibido con satisfacción el interés de entidades que desean colaborar en proyectos de cooperación financiados por la región, lo que refleja una creciente disposición a involucrarse. La viceconsejera instó a las entidades y a los jóvenes a participar en una próxima convocatoria, destacando la importancia de estas experiencias en sus vidas.
A pesar de los logros, Gutiérrez subrayó que el Día del Cooperante se conmemora en un entorno complicado, marcado por un incremento de conflictos a nivel mundial, con más de 50 conflictos activos, entre ellos la guerra en Ucrania y la situación en Palestina. Según datos de Naciones Unidas, hasta mediados de agosto fallecieron 265 trabajadores humanitarios en varias naciones, siendo Palestina el lugar con más pérdidas.
Asimismo, Gutiérrez advirtió sobre el contexto de recortes en los fondos destinados a cooperación a nivel global, con una reducción del 7%. Afirmó que España destina actualmente un 0,25% de su PIB a cooperación, pero se aleja del objetivo del 0,7% establecido para 2030 y de la media europea del 0,47%.
Por otro lado, Manuel Lorenzo, quien ha trabajado casi 18 años como cooperante en Marruecos, compartió su experiencia personal en el campo, resaltando el impacto que tiene la cooperación en la vida de las personas. Lorenzo mencionó los retos que enfrentan los cooperantes, como la seguridad y los requisitos legales para residir en los países donde trabajan, así como la falta de reconocimiento de algunas organizaciones por parte de los gobiernos locales. Reconociendo que los cooperantes no son «superhéroes», enfatizó que son personas dedicadas a la labor humanitaria, aunque carecen de la legitimidad para dictar a los demás cómo deben hacer las cosas.