Agentes de la Guardia Civil testificaron este martes durante la segunda jornada del juicio por el asesinato de una mujer en Malagón, Ciudad Real, que su nieto y acusado del crimen, O.S.I., mostró un desmedido ensañamiento al asesinarla. Con un adorno metálico, golpeó repetidamente la cabeza de la víctima, J.L.R.P., hasta causar su muerte, dejando su cráneo gravemente destrozado y esparciendo parte de su cerebro por el suelo.
En una escalofriante descripción de la escena del crimen, los agentes que realizaron la inspección ocular y el reportaje fotográfico señalaron la brutalidad del ataque, afirmando que no era necesario infligir tantos golpes para matar a la mujer. Las evidencias sugieren que el primer golpe fue ejecutado por sorpresa, ya que no había signos de lucha en la vivienda, y que el agresor actuó bajo un ataque de ira, común en crímenes donde hay un vínculo sentimental.
Durante la sesión, juzgada por un jurado popular, se presentaron imágenes del cuerpo de la víctima y la escena que rodeaba su fallecimiento, imágenes que la presidenta de la sala calificó de «muy impactantes». Se advirtió al jurado sobre la crudeza de las pruebas presentadas.
Paralelamente, dos facultativas del Instituto de Toxicología y Ciencias Forenses revelaron que el acusado había consumido cocaína de manera moderada, sin rastros de heroína, contradiciendo la declaración del acusado en la primera jornada del juicio.
La capacidad cognitiva de O.S.I. no pareció alterada cuando fue detenido. Descripciones de los agentes que lo arrestaron lo pintan como una persona coherente y serena, lo que sugiere que no estaba bajo el efecto de drogas en ese momento.
En un giro emocional del juicio, la madre del acusado testificó que en circunstancias normales su hijo no habría dañado a su abuela, con quien mantenía una buena relación y a quien consideraba una figura materna. Familiares como la tía del acusado y su pareja en el momento de los hechos también confirmaron la buena relación entre abuela y nieto, a pesar de discusiones ocasionales.
El juicio por este perturbador caso continúa, con la comunidad de Malagón y los observadores aguardando más detalles para entender qué llevó a este violento desenlace.