La Comisión Europea ha tomado la decisiva medida de endurecer las normas para la expedición de visados a ciudadanos rusos, eliminando la posibilidad de obtener visados de entradas múltiples. Esta decisión, respaldada principalmente por los Estados miembros del este, busca ejercer un control más riguroso sobre quienes desean viajar a la Unión Europea. A partir de ahora, los rusos deberán solicitar un nuevo visado cada vez que deseen ingresar, un cambio que la Comisión argumenta es esencial para mitigar riesgos para la seguridad en el contexto de tensiones crecientes con Moscú.
Desde el inicio de la agresión militar de Rusia, la UE ya había restringido el acceso facilitado y se encuentra en lo que califica como una «guerra híbrida». Aunque algunos sectores disienten, como aquellos representados por Yulia Navalnaya, que abogan por que las sanciones se dirijan a los responsables del sistema y no al ciudadano común, las autoridades europeas mantienen que estas medidas son necesarias para proteger a los ciudadanos europeos. Además, resaltan que la decisión sobre la concesión de visados seguirá estando en manos de cada país miembro.
A pesar del incremento en los viajes rusos hacia destinos europeos populares, como España y Francia, aún son cifras inferiores a las de antes de la guerra contra Ucrania. Los países bálticos, que habían expresado preocupaciones sobre la creciente llegada de turistas rusos, apoyan estas medidas como una forma de restaurar el control y la seguridad en la región. Así, el debate sobre los visados se enmarca en un contexto más amplio de preocupaciones de seguridad y políticas de inmigración en un mundo cada vez más polarizado.
Artículo resumido que puedes leer completo aquí
