La polémica se intensifica en el panorama televisivo y musical español tras las recientes declaraciones cruzadas entre Melody, representante de España en Eurovisión 2025, y David Broncano, conductor del programa de TVE, La revuelta. La discordia se encendió luego de que Melody criticara a La revuelta y a su equipo por lo que consideró burlas hacia su persona durante el show, exigiendo disculpas públicas por parte del presentador y su equipo para considerar regresar al programa como invitada.
Sin embargo, la respuesta de Broncano no tardó en llegar. En la emisión del miércoles siguiente al incidente, el presentador se mantuvo firme en su postura, asegurando que desde el programa no se tenía intención de disculparse. «Melody, no nos vamos a disculpar en ningún momento», afirmó Broncano, argumentando que las intervenciones de su equipo no poseían la gravedad suficiente como para ameritar una disculpa pública, y subrayando que, a su parecer, la artista había sido tratada con gran respeto dentro de su espacio televisivo.
El asunto tomó un giro cuando Broncano abordó la renuencia de Melody a expresarse sobre temas políticos, en especial relacionados con el conflicto entre Israel y Palestina, un punto sensible dado el contexto del festival de Eurovisión. A pesar de que el presentador enfatizó en que «Ella no tiene que ser estandarte de nada», también aprovechó para criticar la actitud de evitar hablar sobre temas políticos, refiriéndose a la delicada situación en Palestina como «más allá de la política», mencionando que es «una cuestión de humanidad y solidaridad».
David Broncano extendió su crítica a la actuación y decisiones tomadas por TVE en relación con los mensajes de solidaridad hacia las víctimas palestinas expresados durante la final de Eurovisión. El presentador reflexionó sobre las potenciales implicaciones de esos gestos para los participantes del certamen, pero concluyó que, ante la gravedad de la situación en Palestina, tales preocupaciones resultaban «totalmente irrelevantes».
El episodio no solo ha magnificado la tensión entre Melody y el equipo de La revuelta, sino que también ha reavivado el debate sobre la responsabilidad de las figuras públicas y los medios de comunicación al abordar asuntos políticos y humanitarios complejos, especialmente en plataformas de gran visibilidad como Eurovisión y programas de televisión de alta audiencia. Este incidente promete mantenerse en el foco mediático a medida que se desgranan las diversas capas de implicaciones sociales, políticas y culturales que subyacen en esta disputa.