El ambiente televisivo y musical español se encontró sacudido por los recientes acontecimientos que involucran a David Broncano, el presentador de «La revuelta», y a la cantante Melody, recordada representante de España en Eurovisión 2025. La controversia surgió el lunes 19 de mayo cuando Broncano anunció que Melody había cancelado su aparición en el programa a última hora, a pesar de encontrarse ya en Málaga junto a su familia. Este hecho provocó un torbellino de reacciones, dividiendo opiniones entre quienes criticaron la exposición de la cantante por parte de Broncano y aquellos que defendieron su enfoque como parte del estilo característico de su programa.
Para sorpresa de muchos, apenas unos días después del incidente, «La revuelta» acogió a dos grandes figuras de Eurovisión: Silvia Pérez Cruz y Salvador Sobral, el querido cantante portugués ganador del festival en 2018 con «Amar pelos dois». Durante su participación, Sobral, conocido por su humor y candida honestidad, compartió anécdotas de su vida y bromeó sobre su visión de la reencarnación, comentando de manera jocosa sus deseos en una vida futura.
Uno de los momentos más comentados fue cuando el artista portugués expresó, en tono irónico, su curioso deseo de convertirse en alcalde de un pequeño pueblo en Galicia, destacando la buena vida y la alimentación de la región, pero mencionando humorísticamente la corrupción política. Broncano, siguiendo la broma, especuló sobre la posibilidad de que Sobral pudiera ser alcalde de Vilagarcía de Arousa, a lo que Sobral añadió la idea de exportar el formato de «La revuelta» a Portugal como «A revolta», haciendo alusión a la reciente situación política vivida en el país vecino.
Este cruce de diálogos y anécdotas trajo una ola de reacciones en las redes sociales, incluyendo un comentario destacado en Twitter que alababa el espíritu aventurero de Sobral, incluso planteando «empadronarse en Galicia» en apoyo a sus nuevas aspiraciones. Esta mezcla de humor, política y música refleja la capacidad de «La revuelta» para generar conversaciones y debates en el panorama cultural español, incluso en medio de controversias.
El episodio con Melody, aunque inicialmente visto como un contratiempo para Broncano y su equipo, parece haberse convertido en un impulso adicional para el programa, demostrando que incluso las cancelaciones de último momento pueden abrir la puerta a contenidos inesperadamente ricos y a momentos televisivos memorables.