Desde los fundamentos de la lógica aristotélica hasta la expansión global de la World Wide Web en la década de 1990, la historia de los ordenadores se despliega como una fascinante travesía a través de la evolución del pensamiento y la tecnología. El trayecto abarca desde las raíces de la lógica hasta la revolución digital y la interconexión global de la información.
La semilla de este viaje se encuentra en los fundamentos de la lógica, con las contribuciones esenciales de Aristóteles. Sin embargo, fue George Boole quien sentó las bases de la lógica booleana, marcando el camino hacia la lógica proposicional y categórica que más tarde daría forma a la ingeniería computacional.
Un hito importante se presentó con el telar de Jacquard durante la Revolución Industrial. La capacidad de controlar patrones complejos mediante tarjetas perforadas allanó el camino para la manipulación de información a través de dispositivos mecánicos. Esto culminó con Charles Babbage y su Máquina de Diferencias, un precursor de la computadora moderna, y la visión de su Máquina Analítica que podía realizar cálculos generales mediante la programación de tarjetas perforadas.
En este contexto, se destacan figuras como Ada Lovelace, quien no solo colaboró con Babbage en la concepción de la Máquina Analítica, sino que también trascendió como la primera programadora al desarrollar algoritmos para esta máquina.
El influjo del matemático y lógico Alan Turing fue profundo. Su contribución a la Teoría de la Información y su papel clave en la descodificación de mensajes nazis durante la Segunda Guerra Mundial dejaron una marca indeleble en la historia de la computación. Además, su visión de las máquinas universales sentó las bases para el futuro desarrollo de las computadoras generales.
La noción de programa almacenado y la arquitectura de Von Neumann dieron un salto crucial hacia las computadoras programables que hoy conocemos. Los transistores y los circuitos integrados transformaron radicalmente la capacidad de procesamiento, allanando el camino para la ley de Moore y su predicción sobre el crecimiento exponencial de la capacidad de los microchips.
Los lenguajes de programación y los sistemas operativos se convirtieron en interfaces esenciales entre humanos y máquinas, mientras que el surgimiento de las redes y la creación del Internet sentaron las bases para la era de la información global. Las computadoras personales democratizaron el acceso a la tecnología, marcando un cambio cultural y económico sin precedentes.
La década de los 80 marcó un auge en la tecnología de la información, impulsado por los avances en redes y sistemas operativos. Sin embargo, fue la creación de la World Wide Web en la década de 1990 lo que llevó la interconexión y el acceso a información a una nueva dimensión.
Esta breve historia, delineada desde la lógica aristotélica hasta la Web mundial, es un recordatorio del poder de la innovación y la creatividad humanas en la búsqueda constante de mejorar y transformar el mundo que nos rodea. Aunque puede ser una mirada panorámica, destaca cómo cada paso en esta narrativa contribuyó a dar forma a la era digital en la que vivimos hoy.
Para más detalles sobre esta apasionante historia y una exploración detallada de cada etapa, te invitamos a consultar el artículo «Una Breve Historia de las Computadoras» escrito por Adam Zerner en LessWrong.
