A punto de cumplirse el segundo aniversario de Jordi González en Televisión Española, tras un largo período de más de veinte años en Telecinco, surgen detalles de una controversia hasta ahora desconocida que marcó su llegada a la cadena estatal. González tomó las riendas como presentador de «Lazos de sangre» en 2023, un programa que había sido conducido previamente por Boris Izaguirre durante cuatro temporadas, seguido de Inés Ballester. Este cambio de presentadores ha generado tensiones y revelaciones sorprendentes.
En una reciente entrevista en el pódcast «Poco se habla», de Xuso Jones, Boris Izaguirre ha compartido sus sentimientos sobre su salida del programa de TVE. Izaguirre respondió a una pregunta sobre traiciones profesionales, sugiriendo una situación personal que lo afectó directamente: la toma de su rol en «Lazos de sangre» por alguien cercano, sin mencionar directamente a Jordi González.
Izaguirre señaló que, aunque es común que las decisiones sean tomadas por las cadenas, se sintió traicionado por cómo sucedieron las cosas. Afirmó que si él estuviera en la posición de aceptar un trabajo sabiendo las circunstancias, lo pensaría dos veces, destacando la ética profesional involucrada en estas decisiones.
Durante la conversación, el tema también derivó hacia su amplia y variada carrera en televisión, reconociendo que aunque ha tenido altibajos, considera su trayectoria como rica y llena de experiencias, incluyendo oportunidades internacionales.
Este desahogo de Boris Izaguirre arroja luz sobre las dinámicas y desafíos detrás de cámaras en el mundo de la televisión, donde los cambios de presentadores pueden reflejar complicadas redes de lealtades, amistades y decisiones corporativas. La revelación da una perspectiva más personal sobre lo que significa estar en el centro de estas decisiones y cómo afectan no solo las carreras sino las relaciones personales.