Boric anuncia la creación de un nuevo cuerpo de seguridad para enfrentar el auge de la violencia en Chile

En una decisión marcada por la creciente inseguridad en su país, el Presidente de Chile, Gabriel Boric, ha tomado la determinante acción de cancelar su presencia en una de las ceremonias deportivas más destacadas a nivel mundial, la inauguración de los Juegos Olímpicos de París, prevista para el 26 de julio. El motivo detrás de esta inesperada medida es la urgencia de abocarse por completo a la puesta en marcha de un nuevo cuerpo de seguridad, enfocado en combatir la alta criminalidad que ha afectando al país sudamericano.

La creciente preocupación por el crimen organizado y sus consecuencias devastadoras ha llevado al mandatario a enfocarse en fortalecer las estrategias de seguridad interna. «En los últimos días hemos asistido a un recrudecimiento del crimen organizado, con venganzas y atentados. Desde el Estado de Chile, no vamos a permitir que el crimen organizado gane la batalla», aseguró Boric, subrayando la gravedad de la situación.

La violencia en Chile, caracterizada por asesinatos a manos de sicarios y enfrentamientos en plena vía pública, señala la necesidad urgente de medidas contundentes. Pía Greene, una investigadora de la Universidad de San Sebastián, destaca que el país no sólo enfrenta un espiral de violencia, sino que se encuentra cercano a las principales fuentes de narcotráfico del mundo. Este escenario ha transformado a Chile, pasando de ser un país de tránsito de drogas a un consumidor y productor, intensificando la urgencia de nuevas políticas de seguridad.

Frente a esta dura realidad, el gobierno ha incrementado los controles y patrullajes, no sólo en la capital sino también enfocándose en la revisión de extranjeros, en un contexto donde se indica que ciertas bandas criminales extranjeras han contribuido al incremento de la violencia. Entre estas, destaca el Tren de Aragua, una banda de origen venezolano conocida por sus actividades delictivas a lo largo de América Latina.

Para hacer frente a esta crisis de seguridad, Boric anunció también la construcción de una segunda prisión de alta seguridad, buscando no sólo combatir sino también prevenir el avance del crimen organizado en Chile. Esta medida llega emparejada a un incremento alarmante de indicadores de violencia en el país, con un aumento del 60% en homicidios, 46% en agresiones sexuales y 11% en robos con violencia entre 2014 y 2023.

A pesar de este panorama, Chile se mantiene como uno de los países con la tasa de homicidios más baja en América Latina. No obstante, las recientes estadísticas evidencian un desafío creciente que obliga a tomar medidas extraordinarias, como la reciente decisión del presidente Boric de priorizar la seguridad nacional por encima de compromisos internacionales, subrayando un mensaje claro: la lucha contra el crimen organizado es ahora la máxima prioridad para el gobierno chileno.

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