En un reciente giro de los acontecimientos que ha envuelto a Ucrania en un manto de dolor y desesperación, al menos ocho personas han perdido la vida y otras diez han sido heridas, entre ellas dos niños, en un ataque a gran escala lanzado por las Fuerzas Armadas rusas. La oleada de ataques, que tuvo lugar durante la madrugada de este domingo, se dirigió principalmente a la capital, Kiev, aunque otras ciudades del país no quedaron exentas del asalto.
El gobernador regional de Kiev, Mikola Kalashnik, a través de un comunicado en su canal oficial de Telegram, confirmó la muerte de tres individuos en la región debido a las hostilidades. Dos de las víctimas fueron encontradas mientras intentaban sofocar un incendio en el distrito de Obukhiv, y la tercera perdió la vida en el área de Buchanan. Los detalles sobre las circunstancias de estas trágicas pérdidas aún se están clarificando.
Veintiún personas fueron víctimas de los ataques en el distrito de Bila Tserkva, donde un hombre de 59 años fue alcanzado por la metralla, sufriendo heridas en el rostro, aunque recibió asistencia médica in situ sin necesidad de hospitalización. Además, dos mujeres resultaron heridas en el distrito de Fastiv, y dos personas más salieron ilesas en Buchanan.
Las autoridades aseguran que, aunque no se reportaron muertos ni heridos en otros sectores de la capital, los ataques rusos no se limitaron a áreas específicas, alcanzando también las localidades de Brovarski y Obukhivski. El despliegue de efectivos del Servicio Estatal de Emergencias, junto con equipos de investigación, operativos y médicos, ha sido inmediato ante esta emergencia, y se espera proporcionar más información detallada sobre la situación a posteriori.
En un hecho relacionado pero distinto, el servicio estatal de Emergencias de Ucrania notificó sobre la trágica muerte de una persona de 77 años en la región de Mikolaiv, lugar que también vio al menos cinco individuos heridos, incluida una adolescente. La región ha tenido que evacuar a unas 210 personas y varios edificios residenciales han sido destruidos como resultado de esta agresión.
La región de Khmelnitski no ha sido ajena a la violencia, sufriendo el impacto de bombardeos que han destruido infraestructura civil y han causado múltiples víctimas, entre muertos y heridos, como informó el jefe de la Administración Estatal Regional, Sergei Tiurin.
Esta serie de ataques llega justo después de que Rusia anunciara haber derribado 95 drones ucranianos en distintas regiones del país, incluidas seis amenazas dirigidas hacia Moscú, según fuentes del Kremlin.
En medio de este caos bélico, Ucrania reportó un total de 13 muertos por ataques rusos a lo largo del sábado, catalogando los eventos en Kiev como uno de los «ataques combinados más masivos» contra la ciudad, según Timur Tkachenko, jefe de la Administración Militar de Kiev.
A pesar del tenso panorama, este domingo también trajo noticias sobre la segunda fase de un intercambio de prisioneros entre Ucrania y Rusia, facilitado tras los primeros contactos directos entre ambas partes en más de tres años realizados en Turquía, lo que permitirá a 697 personas de ambos lados eventualmente regresar a sus hogares.
Esta escalada de violencia y los esfuerzos diplomáticos subrayan la complejidad de la situación en Ucrania, evidenciando tanto la dureza del conflicto como los intentos por hallar canales de comunicación y resolución entre las partes enfrentadas.