La premiada actriz, Blanca Portillo, ha recibido el prestigioso Premio Corral de Comedias en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro. Durante su discurso de aceptación del premio, ha defendido el valor y el poder de la palabra.
En sus palabras, Portillo ha expresado su felicidad y orgullo al recibir este reconocimiento. Según ella, la palabra es el «vehículo» que utilizamos los seres humanos para comunicar nuestros sentimientos. Sin embargo, también ha destacado que a veces las palabras se pierden o se malgastan, e incluso pueden ser robadas. Por eso, ha hecho hincapié en la importancia de no permitir que nadie nos robe la palabra.
Portillo ha destacado la necesidad de aprender a usar las palabras de manera constructiva, para dar fuerzas y no herir ni agredir. Según la actriz, las palabras también pueden ser disidentes y luchadoras. Sin embargo, en ese momento, ella ha confesado que las palabras no acuden a su llamada, solo una se posa sobre su lengua y a ella se limita.
El discurso de Portillo ha comenzado tras un prolongado aplauso de bienvenida por parte del público. La actriz ha bromeado sobre su habilidad para los discursos, asegurando que se le dan fatal. A pesar de eso, ha tratado de escribir algo para no hacer el ridículo al recibir el premio.
Durante su discurso, Portillo ha recordado su primer encuentro con el Festival de Almagro en 1986, cuando acudió con su novio de aquel entonces, quien era técnico de luces. Ese día, subió al escenario del Corral de Comedias y recitó versos de la obra «El Perro del Hortelano», que había trabajado en la escuela. Aunque no había nadie en el público, fue en ese momento cuando se sintió actriz.
La actriz ha expresado su gratitud hacia su maestro, Pepe Estruch, por ayudarla a sentirse más actriz que nunca. Con este premio, Blanca Portillo se ha convertido en una figura destacada en el mundo del teatro clásico y ha dejado claro su compromiso con el poder de la palabra.
