En una decisión histórica, Biden autoriza a Ucrania usar armas estadounidenses para defenderse en la región de Járkiv, aumentando la tensión con Rusia
El presidente Joe Biden ha dado luz verde para que Ucrania utilice armas proporcionadas por Estados Unidos en ataques dentro de Rusia, específicamente en la región cercana a Járkiv. Este movimiento, adelantado por el diario Político y confirmado por funcionarios estadounidenses, marca un cambio significativo en la política de apoyo militar de Estados Unidos a Ucrania.
Flexibilidad en la defensa ucraniana
La decisión busca ofrecer a Ucrania más flexibilidad para responder a las ofensivas rusas en la frontera. Biden ordenó a su equipo garantizar que Ucrania pueda usar armas estadounidenses para contrarrestar ataques rusos en Járkiv. Según un funcionario estadounidense, esta medida permitirá a Ucrania utilizar cohetes y lanzacohetes para derribar misiles rusos y atacar tropas concentradas cerca de la frontera.
A pesar de esta flexibilización, la política de no permitir ataques de largo alcance dentro de Rusia sigue vigente. Esto significa que Ucrania no puede utilizar armas estadounidenses para atacar infraestructuras civiles o lanzar misiles de largo alcance hacia el interior de Rusia.
Cambios en la política estadounidense
El secretario de Estado, Antony Blinken, insinuó que la política de Estados Unidos hacia Ucrania evolucionaría según las necesidades. En una reciente declaración, Blinken sugirió que Biden podría reconsiderar la prohibición de ataques dentro de Rusia. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, tampoco descartó esta posibilidad, aunque aún no se ha confirmado oficialmente.
Esta decisión llega en un momento en que los principales aliados de Estados Unidos, como el Reino Unido y Francia, han expresado su apoyo a que Ucrania tenga derecho a atacar dentro de Rusia utilizando armas occidentales. Rusia, por su parte, acusó a la OTAN de escalar las tensiones al alentar estos ataques.
Reacciones internacionales
La nueva postura de Estados Unidos ha generado diversas reacciones en el ámbito internacional. El Kremlin, a través de su portavoz Dmitri Peskov, acusó a los miembros de la OTAN, especialmente a Estados Unidos y a países europeos, de entrar en una nueva fase de escalada de tensiones de manera consciente. Esta acusación subraya la creciente preocupación de Rusia por el apoyo occidental a Ucrania.
Aunque Estados Unidos y Alemania aún no han autorizado oficialmente el uso de su armamento en operaciones ucranianas contra Rusia, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha instado a los aliados a dar luz verde a Kiev. Francia ha secundado este llamamiento, apoyando la posición de Ucrania.
La posición de Ucrania
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha considerado injusto no poder utilizar el armamento occidental para responder a Rusia. Zelenski ha argumentado que Ucrania necesita todas las herramientas posibles para defenderse de los ataques rusos. Sin embargo, algunos líderes europeos, como el primer ministro belga Alexander De Croo, han puesto límites al uso de estos armamentos. De Croo afirmó que los aviones de combate F-16 entregados a Kiev no podrán ser utilizados en operaciones en territorio ruso.
Este cambio en la política estadounidense y el apoyo de algunos aliados europeos podría significar una nueva fase en el conflicto entre Ucrania y Rusia, aumentando la presión sobre Moscú y complicando aún más la situación geopolítica en la región.