La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha está llevando a cabo un importante esfuerzo en pro de la digitalización de su red de bibliotecas y archivos provinciales a través de una inyección económica que ascenderá a cerca de un millón de euros. Este impulso hacia la transformación digital tiene como objetivo principal mejorar los servicios que estos centros ofrecen a sus usuarios, que suman aproximadamente 760.000 personas.
Según ha detallado la viceconsejera de Cultura y Deporte, Carmen Teresa Olmedo, se distribuirán 190 nuevos dispositivos electrónicos entre los establecimientos gestionados por el Gobierno regional. Este arsenal tecnológico incluirá ordenadores, tablets, discos duros, monitores y portátiles, y estará destinado a favorecer tanto a los usuarios de las instalaciones como al staff técnico que las opera. Dentro de esta dotación, se contempla que 86 dispositivos estarán disponibles para el público y se destinarán 11 ordenadores de mesa a los trabajadores de las bibliotecas, mientras que las tablets se utilizarán con propósitos de formación.
Olmedo ha enfatizado que la medida no solo se concentra en la actualización de hardware, sino también en la adquisición de software más adaptado a los tiempos actuales. Con esta nueva plataforma, la búsqueda de información y la consulta de los catálogos será mucho más intuitiva y sencilla para los usuarios.
Esta iniciativa también supone una mejora sustancial para los archivos provinciales, que son frecuentados actualmente por alrededor de 36.500 personas. La digitalización permitirá un acceso más ágil a la información, incluyendo la posibilidad de realizar ciertas consultas como las relacionadas con el catastro de forma remota.
La gestión documental experimentará un notable avance con la incorporación del nuevo software, potenciando el control y la administración del vasto contenido de libros de la red de bibliotecas de la región, que destaca por ser la segunda Comunidad Autónoma en España con el mayor número de bibliotecas por cada 100.000 habitantes.
Por su parte, Juan Ángel Morejudo, viceconsejero de Transformación Digital, ha resaltado el papel clave de las bibliotecas como Puntos de Inclusión Digital (PID), especialmente en el ámbito rural. Establecimientos como estos se convierten en ejes fundamentales para la Estrategia de Capacitación Digital a la Ciudadanía, abarcando una financiación que supera los 6,7 millones de euros procedentes de fondos europeos. La ambición de este programa es capacitar a más de 32.000 personas en habilidades digitales.
Morejudo ha explicado que de los participantes en el programa de capacitación, se espera que al menos el 50% sean mujeres, siendo que en la actualidad más del 60% de las más de 20.000 personas ya instruidas pertenecen al género femenino. Esto responde a un compromiso por promover la inclusión y la igualdad de género en el acceso a la formación tecnológica.
En conclusión, esta estrategia no sólo busca actualizar tecnológicamente las bibliotecas y archivos de Castilla-La Mancha sino también facilitar la inclusión digital, mejorar la gestión documental y acercar los servicios públicos a los ciudadanos, particularmente en las zonas rurales, donde la transformación digital es imprescindible para evitar el desplazamiento físico y fomentar la accesibilidad a dichos servicios.