Bewis de la Rosa, el alter ego de Beatriz del Monte, ha lanzado su primer álbum titulado ‘Amor más que nunca’, que inicialmente contaba con once temas y ahora se ha ampliado con tres canciones más bajo el título ‘Puchero de Recena’. Este trabajo musical es un homenaje al amor y a las raíces, utilizando el rap como hilo conductor, mientras incorpora influencias de diversos estilos musicales, desde sones cubanos hasta charanga.
En una entrevista con Europa Press, Bewis de la Rosa compartió que la creación de este disco ha sido un «camino de descubrimiento» que ha enriquecido su trayectoria artística, la cual abarca desde la actuación hasta el teatro. A pesar de que la música ha sido siempre una inquietud, ‘Amor más que nunca’ ha recibido una acogida significativa, lo que motivó a la artista a agregar más contenido al álbum. «Fue mi niña interior la que me impulsó a hacer esto», afirma, destacando que aún había más que contar.
El proyecto musical de Bewis le ha permitido «cerrar muchas cositas que estaban abiertas» y ha creado un «universo creativo» en el que explora múltiples lenguajes artísticos. Ella anticipa que su carrera musical está solo en sus inicios y que tiene mucho por delante en esta faceta.
Reflexionando sobre la importancia de las raíces folclóricas, Bewis señala que su generación es hijo de un éxodo rural y ha empezado a valorar aspectos de la vida en el campo. «Hay necesidad de calma, de sentirnos en cercanía y de compartir experiencias en colectivo», menciona, advirtiendo sobre la tendencia de regresar a lo rural en busca de un sentido de libertad.
La artista también critica la despoblación, considerándola un problema «inducido» y pide a las administraciones que se alejen de la ruralidad, un espacio que considera el último bastión de libertad para muchos. Se muestra comprometida con el ‘hip hop’ como un medio de protesta, utilizando el rap para abordar temas relevantes como el acceso a la tierra y la reivindicación de conocimientos olvidados.
Musicalmente, Bewis de la Rosa da un paso hacia la evolución y la experimentación, anticipando un futuro donde explora melodías y sonidos antiguos desde el bolero hasta la ranchera. Se define como una artista que prefiere tocar en plazas de pueblos por la conexión que se establece con el público, a pesar de valorar también los teatros y auditorios. Su preferencia recae en festivales más pequeños y de carácter comunitario, en contraposición a los grandes macrofestivales, que considera carentes de diversidad y representación femenina.
A través de su música, Bewis de la Rosa busca colectivizar las canciones, promoviendo experiencias vivenciales y conexión entre artista y audiencia. Con su propuesta, intenta dar voz a la necesidad de valorar lo rural y construir un tejido comunitario que permita a cada individuo encontrar su propio camino.
