Los primeros movimientos de José Ramón Gómez Besteiro como líder del PSdeG han comenzado a generar divisiones dentro del partido, especialmente durante la campaña para las elecciones europeas programadas para el 9 de julio. Con el apoyo de la dirección provincial socialista de A Coruña, ha propuesto la exclusión de antiguos miembros de la ejecutiva local del PSOE de Narón, quienes compartieron gobierno en ese ayuntamiento desde 2019 hasta 2023.
La raíz de este conflicto reside en la decisión controversial tomada por Valentín González Formoso y José Manuel Lage Tuñas de nominar un candidato a la alcaldía de Narón en 2023 sin el consentimiento del cuerpo socialista local, lo que resultó en una derrota significativa para el partido.
Contrariamente a aprender de sus errores y enmendarlos, la dirección del PSdeG busca apartar a aquellos que, en 2019, alcanzaron mejor desempeño electoral y que tienen una inclinación más marcada hacia Gonzalo Caballero, predecesor de Besteiro, que hacia el actual liderato.
La operación ha sido coordinada por Marta Álvarez-Santullano, quien es cercana a Besteiro y Formoso y actualmente ocupa el cargo de secretaria de relaciones institucionales de la ejecutiva socialista en Galicia. La decisión final sobre este asunto recae ahora en la dirección federal del PSOE, dirigida por Santos Cerdán.
Esta nueva dirección tomada en el caso de Narón ha provocado confusión y descontento entre ciertos sectores del partido, llevando a exdirigentes a cuestionar si en la sede central del PSOE en Ferraz se están percatando de lo que realmente sucede en Galicia. Se critica que se haya prestado atención a quienes han situado al PSdeG en su momento más bajo históricamente, en vez de abordar con criterio la situación actual.
Desde dentro del partido, opiniones de veteranos y militantes destacados sugieren que ha habido un deseado control sobre la agrupación de Narón por parte de Formoso, que se consiguió vulnerando la democracia interna del partido. Subrayan que este afán por dirigir no solo no cumplió con mejorar los resultados sino que los empeoró, advirtiendo que ahora se intenta eliminar del escenario político a militantes leales y eficaces que obtuvieron buenos resultados.
De momento, ninguna de las partes involucradas ha hecho declaraciones públicas. No obstante, existe una preocupación palpable dentro del partido sobre cómo este movimiento liderado por Besteiro y la posibilidad de enfrentar sanciones importantes podría afectar la imagen del PSdeG y desencadenar potenciales problemas legales derivados de la falta de garantías jurídicas y de respeto hacia las normativas internas.