El obispo de Ciudad Real, Gerardo Melgar, ha querido subrayar en un encuentro con los medios de comunicación que la bendición de individuos no implica la aprobación de uniones homosexuales. Afirmó que cualquier «hijo de Dios» tiene derecho a recibir una bendición y buscar la ayuda divina, situando el énfasis en la persona más que en el tipo de unión afectiva.
Ante las preguntas de la prensa durante la reunión anual con los medios de cara a la Navidad, Melgar recalcó su disposición a conceder una bendición a personas homosexuales, diferenciando claramente que lo bendecido es el individuo y no la unión misma. Además, aclaró que está explícitamente prohibido el uso de un ritual para llevar a cabo la bendición de uniones del mismo sexo, puntualizando que esa bendición no equivale al reconocimiento del matrimonio.
El asunto de la falta de vocaciones al sacerdocio fue otro tema importante expresado por el obispo. Melgar expresó su inquietud argumentando que es un problema extendido a nivel nacional y reconoció las preocupaciones del Papa Francisco I, que transmitió a través de la Conferencia Episcopal Española la necesidad de incentivar las vocaciones para prevenir el cierre de seminarios con pocos seminaristas.
Al abordar la situación del Seminario Diocesano de Ciudad Real, el obispo informó que actualmente hay un total de 14 seminaristas, lo que permite que el seminario siga funcionando, ya que el número mínimo establecido por el Vaticano es de diez. No obstante, Melgar hizo hincapié en la urgencia de cultivar vocaciones entre los jóvenes y desafiar el anticlericalismo en España, que a menudo desalienta la opción de la vida sacerdotal.