El presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Pablo Bellido, ha lanzado una propuesta destinada a fortalecer la identidad de Castilla-La Mancha entre sus habitantes. En una entrevista con Diario CLM, Bellido ha esbozado una estrategia centrada en revalorizar la historia castellana de la región antes incluso de su constitución en 1983, con la finalidad de que los ciudadanos sientan un mayor vínculo y orgullo por su tierra.
Bellido ha expresado su deseo de «trabajar en la creación y aportación de elementos históricos de Castilla-La Mancha que faciliten entender su identidad como región». Afirmó que el conocimiento de la historia sería el eje para mirar al futuro de la región con «más optimismo e ilusión». Según Bellido, esto no menoscaba la identidad nacional española, sino que la enriquece, considerando que ambas identidades son complementarias.
El presidente de las Cortes castellanomanchegas ve este enfoque de fortalecimiento regional particularmente relevante en el contexto político actual, caracterizado por la dificultad en encontrar nuevos acuerdos. Bellido desea que se conozca mejor la historia de Castilla-La Mancha, una historia que a su juicio ha sido eclipsada por relatos alternativos. Rememora una herencia cultural también compartida con la Comunidad de Madrid, destacando visiones y proyectos comunes.
Esta dialogada estrategia de reafirmación se contrasta, dice Bellido, frente a otros territorios que exaltan su historia singular con el fin de distinguirse y procurar obtener mayores recursos o prestigio. En este sentido, Bellido ha destacado la importancia de brindar a los ciudadanos «elementos para que se sepa que Castilla-La Mancha no ha sido menos».
Bellido subraya que Castilla-La Mancha «no es un producto de construcciones artificiales», sino que posee un pasado común que extiende sus raíces por toda la región sureña de Castilla, desde Despeñaperros hasta Castilla y León, abarcando las cinco provincias implicadas.
Con un planteamiento descrito como «constructivo y sano», Bellido confía en que su proyecto promueva en los ciudadanos castellanomanchegos una comprensión y aceptación mayores de su comunidad autónoma y, con ello, fortalezca los vínculos de convivencia. Concluye apuntando que es fundamental recordar que los vínculos de la comunidad se fundamentan no sólo en los 40 años de convivencia, sino también en un rico pasado histórico compartido.