En un sorpresivo giro durante la emisión habitual del programa ‘Ni que fuéramos (Sálvame)’, Belén Esteban ha tomado el estudio por asalto para dirigirse directamente y sin filtro a las productoras interesadas en su vida. La colaboradora, visiblemente molesta, ha hecho patente su descontento al revelar que continuamente recibe propuestas para realizar una docuserie basada en su trayectoria personal y profesional, propuestas a las cuales ha respondido tajantemente con un no rotundo.
Durante el segmento, Esteban, también conocida cariñosamente como ‘la patrona’, interrumpió la programación para compartir su frustración. «He dicho ya muchas veces que, por ahora, no la quiero hacer. No quiero hacer una serie de mi vida», enfatizó, dirigiéndose a las tres productoras que, hasta el momento, han mostrado interés en llevar su historia a la pantalla. Entre ellas, se menciona a Europroducciones, conocida por el afamado programa ‘El Grand Prix’.
La madrileñapareció visiblemente afectada al discutir cómo estas propuestas han perturbado su tranquilidad. Subrayó que su vida ya es de dominio público y reiteró que, en este momento de su vida, prefiere concentrarse en su personal bienestar y en el de su entorno más cercano. Sin embargo, dejó la puerta abierta a la posibilidad de cambiar de opinión en el futuro, sugiriendo que, tal vez en unas décadas, podría considerar tal proyecto.
Mientras tanto, lo que sí ha despertado su interés, aunque de manera especulativa, es la elección del reparto que le gustaría ver en su papel si la docuserie llegase a materializarse. Entre sus preferencias para interpretarla, destacan las actrices Blanca Suárez y Candela Peña en el ámbito nacional, y Ana de Armas como una posibilidad internacional.
A pesar de su firme rechazo a estas propuestas, Esteban también aprovechó la atención para denunciar una serie que estaría actualmente en producción sin su autorización. Según explicó, dicho proyecto estaría utilizando su imagen y rodándose en Benidorm, algo que ha hecho sin consultarla ni recibir su consentimiento, lo que ha generado aún más frustración.
El llamado de Esteban no solo ha sido un desahogo personal frente al asedio constante de las productoras, sino también un recordatorio para el público y los medios sobre el respeto a la autonomía personal y el derecho a decidir sobre la propia historia. Su intervención en ‘Ni que fuéramos (Sálvame)’ ha dejado claro que, poco importa el paso del tiempo, Belén Esteban sigue siendo un personaje que capta la atención de muchos, dispuesta a mantener su privacidad a pesar de las insistencias del mundo del espectáculo.