En un giro sorprendente que ha causado revuelo entre la audiencia, ‘La familia de la tele’ ha decidido retomar su formato original apenas en su segundo día de la nueva era, tras los cambios radicales introducidos inicialmente. En un afán de renovación, el lunes habían optado por un estilo más cercano a ‘Socialité’, prescindiendo de los colaboradores en plató y dando mayor protagonismo a los vídeos y a los presentadores María Patiño, Inés Hernand y Aitor Albizua como nexo de unión de las diferentes secciones.
Sin embargo, la reacción no se ha hecho esperar y, respondiendo a esta, los responsables del programa han decidido, este martes, reconducir su estrategia y volver a sus raíces. La sobremesa de La 1 ha recuperado su esencia con el regreso al plató de figuras clave como Belén Esteban, Kiko Matamoros, Lydia Lozano y Laura Fa. Con ellos, ha retornado el ambiente de tertulia en el salón, con un tono más desenfadado e improvisado, centrándose mayormente en la crónica rosa, abordando temas como la familia Mar Flores o el cumpleaños de Rafa Nadal.
No solo han optado por reintegrar a sus colaboradores estrella, sino que han añadido nuevos ingredientes para mantener enganchada a su audiencia. Un ejemplo de ello ha sido el curioso segmento en el que Belén Esteban, tradicionalmente reacia a la cocina, se ha puesto el delantal para cocinar, generando momentos de entretenimiento puro bajo la coordinación de David Valldeperas, fungiendo como la voz de ‘Gran Hermano’ para aumentar la tensión y diversión.
Pero la apuesta por la espontaneidad no ha quedado ahí. La inclusión de segmentos imprevistos como la alarma que ha sido disparada por Javier de Hoyos, anunciando exclusivas sobre figuras públicas como Aitana o Lamine Yamal, ha conseguido que el plató se llenara de una energía única, reforzando la sensación de estar presenciando algo exclusivo y momentáneo.
A pesar de esta reformulación hacia algo más tradicional en su estructura, la emisión en RTVE Play revela aún otro enfoque. En este formato de streaming, el equipo se desmarca ofreciendo un contenido más relajado y sin guion, mostrando conversaciones y anécdotas que parecen trasladar al espectador a la intimidad de una reunión entre amigos, sugiriendo una dualidad interesante en el tratamiento de contenido para distintas plataformas.
Este retorno a la fórmula original, sin duda, ha dejado patente la dificultad de innovar en el terreno del entretenimiento televisivo sin desviar la identidad del propio programa y la importancia de escuchar a la audiencia. Con una dinámica tan cambiante, ‘La familia de la tele’ enfrenta el reto de balancear la innovación con la esencia que inicialmente le ganó el corazón de los espectadores. Ahora, con los ojos de la audiencia puestos en estos cambios y los índices de audiencia bajo la lupa, solo el tiempo dirá si este retroceso es en realidad un paso hacia adelante.