En una jugada televisiva que está dando mucho de qué hablar, Ana Rosa Quintana anunció su regreso al horario matutino con «El programa de Ana Rosa», comenzando desde el lunes 3 de febrero en Telecinco. Este movimiento marca su vuelta después de haberse aventurado en las tardes con «TardeAR», sucediendo a «Sálvame». La expectativa por su regreso es alta, y muchos se preguntan cómo afectará esto a la programación y a la audiencia del canal.
La vuelta de Quintana ha suscitado comentarios dentro del gremio, siendo abordada en «Ni que fuéramos», el programa de Ten presentado por María Patiño, donde colabora Belén Esteban. En una reciente emisión, la tertuliana generó titulares por sus declaraciones sobre Quintana, evidenciando una mezcla de respeto y escepticismo hacia la estrategia de la presentadora. Esteban cuestionó la lógica detrás del cambio de Quintana a las mañanas, sugiriendo que las tardes en Telecinco enfrentan mayores desafíos de audiencia en comparación con las mañanas. Además, reveló que no ha tenido contacto reciente con Quintana, a pesar de haber compartido eventos sociales en el pasado.
A la pregunta directa de Kiko Hernández sobre si Quintana recuperará su título como la «reina de las mañanas», Esteban respondió con un categórico «Negativo», desatando las risas de sus compañeros. Sus palabras evidencian no solo su opinión personal sino también la competitiva atmósfera que se vive en la televisión.
Aunque «TardeAR» continuará emitiéndose con Frank Blanco y Verónica Dulanto al mando, el regreso de Quintana agita el panorama televisivo, planteando incógnitas sobre la distribución de la audiencia y la posible reconfiguración de la parrilla de programación. En un medio donde los cambios son constantes y la lealtad de la audiencia puede ser volátil, Ana Rosa Quintana enfrenta el desafío de reconquistar la mañana, mientras que el resto de la esfera televisiva observa y reacciona a este importante movimiento estratégico.
