Las baterías estacionarias OPzS son uno de los modelos más populares en las instalaciones aisladas, además están disponibles a un precio muy competitivo. Este tipo de baterías pueden ser utilizadas en múltiples instalaciones gracias a su resistencia y larga durabilidad. Los expertos en materia fotovoltaica aclaran cuáles son sus aplicaciones principales y características destacadas.
La robustez es una cualidad identificativa de las baterías OPzS estacionarias. Esto les confiere una mayor resistencia frente a la corrosión en aplicaciones estacionarias de larga duración. Además, explican desde el sector, no es lo único ya que destacan por otros muchos motivos. Este tipo de baterías ofrecen una larga vida útil, un bajo mantenimiento y una alta eficiencia, así como una gran capacidad de almacenamiento; razón por la cual se posicionan como una de las opciones más demandadas en la actualidad. Otro de los aspectos destacados es la variedad de configuraciones que ofrecen, con opciones que varían en voltajes de 2V, 12V, 24V y 48V, en función de la instalación, tal y como puede verse en el catálogo de CuencaSolar.
Las baterías solares estacionarias OPzS son un tipo de batería de plomo-ácido de placas tubulares diseñadas para aplicaciones estacionarias de larga duración. Ofrecen gran capacidad de almacenamiento energético, fiabilidad y durabilidad, lo que las hace ideales para sistemas de energía renovable, especialmente en instalaciones solares fotovoltaicas.
Características destacadas de las baterías estacionarias OPzS
Este tipo de baterías solares están fabricadas con placas tubulares, razón por la cual ofrecen una mayor resistencia a la corrosión y ciclos de carga profunda, lo que prolonga su vida útil que, tal como matizan los expertos, suele oscilar entre los 15 y 20 años. Además, destaca su bajo mantenimiento, que se basa en la reposición de agua destilada y la revisión periódica de la concentración del electrolito, según las especificaciones del fabricante. Las baterías estacionarias OPzS emplean un electrolito líquido a base de ácido sulfúrico diluido que se almacena en celdas individuales dentro de la carcasa de la batería. El proceso de revisión es muy sencillo, aclaran, únicamente basta con añadir agua destilada para corregir los niveles del electrolito y controlar la densidad del mismo con un densímetro según las especificaciones.
A ello, continúan los profesionales, se suma la alta eficiencia energética, ya que su diseño permite una descarga estable y eficiente en sistemas de almacenamiento energético. Su baja tasa de autodescarga, por otro lado, permite que estos dispositivos almacenen energía durante largos periodos de tiempo sin que ello afecte a la cantidad de carga, aunque no estén siendo utilizadas. Lo que resulta ideal en instalaciones aisladas en segundas residencias, entre otras. Además, continúan, estas baterías ofrecen una gran tolerancia frente a la sobrecarga y descarga profunda, sin que ello afecte de manera significativa a la capacidad de almacenamiento. Algunas de las marcas de baterías más importantes de este tipo, como la de Upower, destacan por su capacidad de 3.279Ah en C100 y 2.186Ah en C10, lo que indica su rendimiento en diferentes velocidades de descarga y por su vida útil de 2.300 ciclos con descargas al 60%. También por sus dimensiones reducidas que se adaptan a diferentes espacios y funcionamiento en condiciones de temperatura extrema de -20°C a 55°C, aunque los fabricantes recomiendan operarlas entre 10°C y 30°C para un mejor rendimiento y una mayor durabilidad.
Las principales aplicaciones de las baterías estacionarias OPzS
La utilización de este tipo de baterías en instalaciones solares está destinada, principalmente, a aplicaciones donde se requiere energía constante durante largos periodos y de manera estable. Son baterías confiables y duraderas con un mantenimiento mínimo especialmente útiles en instalaciones fotovoltaicas, pero también eólicas. Su diseño de plomo-ácido con electrolito líquido garantiza una larga vida útil, lo que las convierte en la opción preferida para usos continuos y exigentes. Estas baterías se emplean ampliamente en sistemas de respaldo energético, como hospitales, bancos y edificios donde un corte de energía podría causar problemas críticos. También son esenciales en centros de telecomunicaciones, ya que garantizan un suministro eléctrico estable para el funcionamiento de antenas y estaciones repetidoras.
Además, entre sus principales usos se encuentra la instalación en infraestructuras ferroviarias y sistemas de señalización, donde su capacidad de proporcionar energía confiable resulta fundamental para la seguridad y el correcto funcionamiento del transporte. Y por supuesto, resaltan los profesionales del sector, son una solución clave en zonas remotas o aisladas, donde el acceso a la red eléctrica es limitado o inexistente, permitiendo el suministro de energía autónomo y sostenible en viviendas de campo, fábricas y mucho más. En definitiva, recalcan, gracias a su alta capacidad de almacenamiento y resistencia a descargas profundas, las baterías OPzS se han convertido en una alternativa eficiente para garantizar el suministro eléctrico en entornos críticos. Su fiabilidad y durabilidad las posicionan como una excelente inversión en sistemas energéticos de larga duración.
¿Qué tipo de batería solar elegir para una instalación?
Al elegir una batería para una instalación fotovoltaica aislada es fundamental considerar la capacidad de almacenamiento, la vida útil y el mantenimiento requerido, resaltan los profesionales del sector. Existen varios tipos de baterías, pero las más utilizadas en este tipo de sistemas son las de plomo-ácido y las de ion-litio. Las baterías de plomo-ácido incluyen opciones como las monoblock, AGM, GEL y OPzS/OPzV. Las monoblock son económicas pero tienen una vida útil limitada, mientras que las AGM y GEL ofrecen mayor seguridad y menos mantenimiento al ser selladas. Por otro lado, las OPzS (electrolito líquido) y OPzV (electrolito en gel) son baterías estacionarias con una larga vida útil, ideales para sistemas de alto rendimiento y económicos.
Las baterías de ion-litio son más costosas, explican los profesionales, aunque ofrecen una mayor eficiencia, carga rápida y un mayor número de ciclos de vida (superando los 5.000, en algunos casos). Para elegir la mejor opción, concluyen, es fundamental evaluar el presupuesto, la profundidad de descarga necesaria y el nivel de mantenimiento que se está dispuesto a realizar. Si se busca economía a largo plazo, las OPzS son las más recomendables, mientras que el litio es ideal para máxima eficiencia y comodidad.