En un momento crucial para la farándula española, Bárbara Rey finalmente decide romper el silencio que había mantenido durante más de un año frente a las duras acusaciones de su hijo y las polémicas fotografías íntimas junto al rey Juan Carlos I, que sacudieron a la prensa el pasado septiembre. La exvedette eligió la noche del lunes, 9 de diciembre, y el plató de Telecinco para llevar a cabo una entrevista sin precedentes con Santi Acosta, bajo una atmósfera cargada de expectación.
La entrevista, titulada «Bárbara Rey, mi verdad», realizada por el equipo de «¡De viernes!», prometió desde su inicio ser una revelación que «reescribirá la historia de España», según palabras de Beatriz Archidona en la apertura del programa. Con más de 20 horas de grabación y sin censuras, Bárbara Rey se dispuso a enfrentar todas las cuestiones que se le han evadido o tergiversado en el pasado.
La confesión inicial de Bárbara fue directa respecto al origen de su decisión de hablar: «Todo esto que ha ocurrido ahora es porque mi hijo ha sacado unas fotografías». La exvedette criticó la manera en que se ha manipulado su imagen pública, basándose en el contenido provisto por su hijo Ángel Cristo, y un corpus de fotografías y audios que ella pensaba perdidos o inexistentes. «Por la cantidad de mentiras y barbaridades que se han dicho», afirmó, subrayando que esta era la principal razón detrás de su retorno a la televisión.
Bárbara Rey no solo buscó enfrentar las narrativas que la pintan bajo una luz negativa; también abordó cuestionamientos más personales y dolorosos, especialmente aquellos relacionados con su rol de madre. Se mostró visiblemente afligida al mencionar cómo le ha afectado ser retratada como una mala madre, señalando a su hijo Ángel como el principal motivador de su decisión de compartir su verdad en una plataforma pública. Además, no ocultó su necesidad de clarificar su versión de los hechos, en un intento por reconciliar su imagen ante el ojo público y sincronizarla con su relato personal.
Bárbara Rey se sincera en Telecinco, abriendo su corazón y dispuesta a enfrentar las repercusiones de sus declaraciones. La entrevista se presenta no solo como un acto de valentía personal sino como un esfuerzo por reivindicar su historia y su verdad en una saga que ha sentido demasiado personal y dolorosa. En un acto que reúne la intriga de la farándula con los entresijos del poder, esta conversación promete mantener a España en vilo por lo que puede revelar sobre figuras que, hasta ahora, parecían intocables.