En un episodio televisivo marcado por la confrontación y el escándalo, Bárbara Rey se enfrentó de manera directa y sin tapujos a Alessandro Lequio durante la transmisión de «Bárbara Rey, mi verdad». Este enfrentamiento se desencadenó en medio de una entrevista donde la emblemática vedette debía responder a un conjunto de preguntas formuladas por el presentador Santi Acosta, junto con Beatriz Archidona y otros colaboradores del programa.
Desde el inicio del especial, Bárbara Rey se mostró combativa, especialmente al abordar temas delicados relacionados con otros participantes del programa, lo que llevó a una primera llamada de atención por parte de Acosta. Sin embargo, fue el intercambio con Alessandro Lequio lo que elevó la tensión al máximo, con la murciana utilizando su momento ante las cámaras para acusar y confrontar al italiano sobre asuntos pasados y personales.
La discusión se encendió cuando Lequio interrogó a Rey sobre su opinión respecto al chantaje, a lo que ella respondió desviando el foco hacia temas de violencia de género, e instó al público a investigar en internet sobre «las cartas de la vergüenza» de Lequio. La situación escaló rápidamente, con acusaciones y reclamos volando de un lado a otro. Lequio se defendió negando cualquier acusación legal en su contra, mientras que Rey lo desafió haciendo un llamado público para que sus acusaciones fueran más visibles y criticadas en redes sociales.
El equipo de producción intentó sin éxito moderar la discusión y reconducir el programa a su cauce normal. No obstante, la insistencia de Bárbara Rey en exponer y criticar a Lequio la llevó a un punto de no retorno, donde incluso se le acabó bajando el micrófono como medida para acallar la disputa en vivo.
Este episodio ha generado una amplia repercusión, tanto en redes sociales como en otros medios, sobre las líneas que separan el entretenimiento, el periodismo y la exposición pública de conflictos personales. Además, resalta la persistente problemática en torno al respeto y la conducta adecuada en las discusiones televisivas, especialmente cuando se tocan temas de violencia y relaciones personales pasadas.
El desenlace de este enfrentamiento en «Bárbara Rey, mi verdad» no solo acentúa la controversia en torno a los personajes involucrados sino que también pone en evidencia los desafíos éticos y morales que enfrenta la televisión en la era de la información instantánea y las redes sociales.