Bangladesh experimentó un nuevo episodio de aislamiento este lunes cuando los servicios de Internet de banda ancha y móvil sufrieron interrupciones significativas, acentuando la crisis en un país ya sacudido por la violencia de las protestas estudiantiles que han marcado el último mes. Esta interrupción de internet llega apenas un día después de que Bangladesh enfrentara su jornada más letal desde el comienzo de estas manifestaciones, con un saldo trágico de 93 personas muertas en diversos enfrentamientos a lo largo del territorio nacional.
La desconexión del servicio afectó a gran parte de la población, dejando a los medios de comunicación locales prácticamente fuera de línea y cortando el flujo de información hacia el exterior. Según pudo confirmar la agencia EFE, este apagón no solo complica la situación interna del país, sino que también limita la capacidad del mundo exterior para comprender la magnitud de los eventos que se están desarrollando dentro de Bangladesh. NetBlocks, un observatorio independiente de seguridad cibernética, confirmó que esta suspensión de Internet representa el segundo cierre importante de la red en el país desde que se iniciaron las protestas estudiantiles, subrayando la tensión que vive la nación.
Hasta el momento, el Gobierno de Bangladesh no ha emitido comentarios acerca de las causas detrás de la caída de los servicios de internet, dejando un manto de incertidumbre sobre las intenciones o posibles acciones gubernamentales detrás de esta situación. Las protestas, que inicialmente pedían reformas educativas, han escalado exigiendo la dimisión del Gobierno de la primera ministra Sheikh Hasina y de su partido, la Liga Awami. Este último incidente ha elevado la cifra de muertos a 300 desde el inicio de las manifestaciones a principios de julio.
En un intento por contener la escalada de violencia, el Gobierno implementó un toque de queda indefinido la noche anterior y decretó tres días festivos, durante los cuales oficinas y bancos permanecerán cerrados. Si bien estas medidas buscan apaciguar la tensión, la interrupción de los servicios de comunicación solo parece contribuir al clima de incertidumbre y frustración entre los ciudadanos.
Este apagón de internet recuerda a medidas similares tomadas por el Gobierno a finales de julio, cuando las protestas se tornaron violentas por primera vez. Aunque esos servicios fueron eventualmente restablecidos, este nuevo corte sugiere una reacción gubernamental ante el creciente descontento público y la severidad de los enfrentamientos recientes, que ya han dejado 93 víctimas mortales en lo que ha sido la jornada más letal desde el comienzo de esta crisis civil.