La gobernadora en funciones del Banco de España, Margarita Delgado, ha contribuido recientemente con su análisis sobre la situación económica actual de España, subrayando la notable influencia del crecimiento de las exportaciones de servicios en la reciente mejora del Producto Interior Bruto (PIB). En su intervención este miércoles durante un evento informativo en Albacete, auspiciado por Globalcaja, Delgado destacó la solidez del avance del PIB, que fue ajustado al 0,8% por el Instituto Nacional de Estadística el pasado martes.
A pesar de este crecimiento más robusto y sostenido del PIB total de España, Delgado manifestó su preocupación por la discrepancia entre esta mejora y el PIB per cápita, señalando que el consumo por persona aún no se ha recuperado a los niveles previos a la crisis del 2020.
La dirigente del Banco de España señaló cinco elementos claves sobre las perspectivas económicas del país, comenzando por el alentador crecimiento del PIB, que incluso superó las expectativas previas, pudiendo ser calificado como ligeramente sorprendente dada la atonía del consumo privado. No obstante, destacó que la inversión se ha comportado de manera más positiva de lo esperado.
La creación de empleo persiste a buen ritmo, especialmente en empresas de mayor envergadura, y los indicadores de confianza han mantenido una tendencia ascendente. Además, señaló que la mayoría de las empresas esperan un incremento en la facturación durante el segundo trimestre de 2024 y que la reducción de los tipos de interés contribuye a la estabilidad o mejora del mercado financiero.
Pese a los beneficios anticipados de los fondos Next Generation, Delgado subrayó que las inversiones todavía no han retomado niveles pre-pandemia, identificando la debilidad particular en los bienes de equipo y la presencia del factor incertidumbre.
En cuanto a la inflación, la gobernadora señaló que España está experimentando un repunte en los precios de la energía y una persistencia algo mayor de la inflación subyacente de lo esperado en marzo, lo que provoca un aumento de la inflación general de cara al resto del periodo proyectado. La inflación subyacente se ha visto reducida desde una tasa del 3,2% en enero a 2,7% en abril, pero sigue siendo más elevada de lo planeado en las estimaciones de marzo.
Finalmente, Delgado pronostica una desaceleración de los costes laborales unitarios debido, en parte, a la contención en los sueldos y un leve aumento en la productividad, así como una esperada reducción en los márgenes empresariales, que podrían absorber algunos de los aumentos previstos en los costes laborales.