El presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, y el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, han firmado un acuerdo para retomar y actualizar la Declaración de Santiago, una iniciativa que había sido acordada en 2021 junto a otras comunidades autónomas como La Rioja, Cantabria, Castilla y León, Extremadura, Castilla-La Mancha y Asturias. Este nuevo acuerdo se presenta en un contexto donde consideran que la reforma del sistema de financiación autonómica es «más necesaria que nunca», en respuesta a lo que perciben como «privilegios» otorgados a Cataluña.
La reunión, que tuvo lugar en el edificio Pignatelli en Zaragoza, marcó la primera visita oficial de un presidente autonómico al Ejecutivo dirigido por Azcón. Además del acuerdo, ambos mandatarios discutieron temas relevantes como sanidad, inteligencia artificial, energía y turismo. A lo largo de sus intervenciones, Azcón y Rueda subrayaron los vínculos entre Aragón y Galicia, enfatizando similitudes en sus territorios y poblaciones, como una gran extensión geográfica, dispersión y envejecimiento de la población. Ambos calificaron el encuentro como «muy provechoso».
El documento firmado en Zaragoza presenta cinco puntos clave, que manifiestan la «plena vigencia» de la Declaración de Santiago y señalan que no ha habido «avances significativos» desde su firma en 2021. Además, critican las concesiones a comunidades que consideran que generan «agravios», expresan el rechazo a la financiación privilegiada negociada bilateramente y hacen hincapié en la necesidad de un nuevo sistema que respete la igualdad y solidaridad constitucionales, tomando en cuenta el coste real de los servicios.
Azcón destacó que Aragón tiene un número notable de centros sanitarios en comparación con la media nacional, así como una alta concentración de colegios por alumno. Señaló que estas características requieren más infraestructura para ofrecer servicios de calidad. Por su parte, Rueda defendió la necesidad de abordar estos temas en un contexto multilateral, rechanzando negociaciones que excluyan a otras comunidades, y subrayó que los problemas de financiación no solo se han mantenido, sino que se han intensificado.
Un punto de coincidencia entre ambos presidentes fue la crítica a la condonación de la deuda acordada entre el PSOE y ERC, considerándola un mal negocio para la mayoría de las comunidades autónomas. Azcón expresó su deseo de escuchar la postura de la ministra aragonesa sobre este tema, mientras que Rueda insistió en que la deuda no se puede borrar y debe distribuirse equitativamente.
Finalmente, Azcón reafirmó su compromiso de defender el Estatuto de Autonomía de Aragón y su enfoque en la bilateralidad con el Estado, aunque reiteró que los asuntos que afectan a todas las comunidades deben tratarse en conjunto. Concluyó que los presupuestos son limitados y que es imperativo decidir si se destinan a pagar deudas o a la mejora de los servicios públicos.
