El impulso del emprendimiento en zonas afectadas por la despoblación en Castilla-La Mancha ha sido una prioridad para el Gobierno regional desde la entrada en vigor de la Ley de Medidas económicas, sociales y tributarias contra la Despoblación y para el Desarrollo del Medio Rural en 2021. Según el vicepresidente primero de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, una de cada cuatro ayudas de inicio de actividad concedidas ha beneficiado a emprendedores y empresas que han elegido estas zonas para iniciar su andadura empresarial.
En total, se han otorgado 1,400 ayudas de inicio de actividad en zonas afectadas por la despoblación, superando la suma de 1,250,000 euros. Estos resultados demuestran el éxito de las medidas de discriminación positiva para impulsar la creación de empresas en las zonas despobladas de la Comunidad Autónoma.
Además, el Gobierno regional ha otorgado ayudas de un 40 por ciento más para empresas y autónomos que decidan instalarse en zonas escasamente pobladas, lo que ha incentivado el emprendimiento en estas áreas.
Estos esfuerzos han dado frutos, particularmente en la provincia de Guadalajara, donde las zonas despobladas han sumado 2,600 habitantes en los últimos dos años. Esto representa un tercio del aumento de la población de la provincia desde 2021, lo que significa que una de cada tres personas que han elegido vivir en Guadalajara lo han hecho en municipios afectados por la despoblación.
En este contexto, el vicepresidente primero visitó la explotación de trufa ‘Trufa Zero’ en la localidad guadalajareña de Cifuentes. Esta empresa, con 15 años de experiencia en el sector, es un ejemplo de cómo la actividad empresarial en el medio rural contribuye al arraigo de la población en estas zonas.
España se ha convertido en el principal productor mundial de trufa, y la provincia de Guadalajara es la principal productora de este tesoro gastronómico en Castilla-La Mancha. La superficie destinada al cultivo de trufa ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años, lo que demuestra el potencial de este sector para el desarrollo económico y social de las zonas afectadas por la despoblación.
En resumen, el impulso del emprendimiento en zonas despobladas ha demostrado ser una estrategia efectiva para combatir este problema y fomentar el desarrollo del medio rural en Castilla-La Mancha.