Este miércoles, la tensión en la región se intensificó cuando un dron ruso violó el espacio aéreo de Rumanía, un país crítico en el contexto del conflicto ucraniano. En respuesta inmediata, dos aviones de combate Eurofighter Typhoon alemanes y dos cazas F-16 rumanos, todos parte de la OTAN, despegaron para interceptar la aeronave no identificada, que había sido detectada a escasos kilómetros de la frontera con Ucrania.
El dron fue monitorizado intermitentemente durante unos 12 minutos mientras se movía cerca del río Danubio, ya que las autoridades rumanas actuaron con rapidez para asegurar su territorio. A pesar de la situación delicada, no se reportaron impactos del dron en suelo rumano, aunque este tipo de violaciones ha sido frecuente desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en 2022. Ante esta realidad, Rumanía ha implementado medidas que facilitan el derribo de aeronaves que entren en su espacio aéreo sin autorización.
Mientras tanto, en medio de esta escalada, la base de la OTAN en ‘Mihail Kogalniceanu’ ha sido objeto de atención debido a la decisión de Estados Unidos de retirar algunas de sus tropas, lo que ha generado especulaciones sobre el futuro del despliegue militar en la región. Sin embargo, la OTAN ha tratado de calmar las inquietudes, asegurando que el compromiso de defensa por parte de Estados Unidos hacia Europa sigue firme, a pesar de los reordenamientos estratégicos.
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