El presidente de Estados Unidos ha realizado un análisis exhaustivo de la situación en la frontera sur del país y ha tomado medidas concretas en respuesta al aumento de la migración ilegal y el tráfico de drogas. En un comunicado reciente, se destacó que el gobierno mexicano ha comenzado a implementar acciones que buscan mitigar estos problemas, aunque se reconoció que aún se requiere tiempo para determinar si estas medidas son efectivas.

Desde el 1 de febrero de 2025, el presidente activó su autoridad bajo la Ley de Emergencias Económicas Internacionales para establecer aranceles ad valorem a productos mexicanos, citando la falta de acciones contundentes por parte del gobierno de México en la lucha contra las organizaciones de tráfico de drogas y la migración ilícita como una amenaza extraordinaria a la seguridad nacional.

Sin embargo, a la luz de los esfuerzos cooperativos recientes por parte del gobierno mexicano, se ha decidido pausar la implementación de un incremento adicional del 25% en los aranceles, que estaba previsto para entrar en vigor el 4 de febrero de 2025. Esta suspensión permitirá a los asesores del presidente, incluyendo al Secretario de Seguridad Nacional y al Secretario de Estado, evaluar la situación en la frontera y el impacto de las medidas adoptadas por México.

La medida refleja un enfoque cauteloso. Si las circunstancias empeoran y se considera que las acciones de México son insuficientes, el presidente se ha comprometido a tomar las acciones necesarias, que pueden incluir el establecimiento inmediato de los aranceles previamente fijados.

Este desarrollo marca un cambio significativo en la forma en que la administración está abordando la crisis en la frontera sur, resaltando la importancia de la cooperación bilateral para abordar problemas complejos que afectan a ambos países. La cooperación en materia de seguridad y control de la migración seguirá siendo un tema crucial en la agenda entre Estados Unidos y México mientras continúan las evaluaciones sobre la efectividad de las medidas implementadas.

Se espera que esta pausa en la aplicación de aranceles proporcione un espacio para el análisis y el diálogo, mientras se buscan soluciones efectivas que traten tanto la migración ilegal como el tráfico de drogas, garantizando en última instancia la seguridad tanto de Estados Unidos como de su vecino del sur.

Fuente: WhiteHouse.gov

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