El Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha ha dado luz verde a un importante convenio entre la Consejería de Desarrollo Sostenible y la Diputación Provincial de Cuenca. Este acuerdo facilitará la construcción de un nuevo Centro de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos en Cuenca, un proyecto que cuenta con una inversión superior a los 40 millones de euros, financiados en parte a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder). La consejera y portavoz del Gobierno regional, Esther Padilla, ha calificado esta iniciativa como un «proyecto estrella» que marca el inicio de la línea de Economía Circular en la región.
El nuevo centro se ubicará a siete kilómetros de la ciudad de Cuenca y se desarrollará siguiendo los criterios y la tecnología exigidos por la Unión Europea. Padilla ha destacado que, mediante este convenio, el Gobierno regional aportará 20 millones de euros de fondos Feder, mientras que la Diputación de Cuenca asumirá la otra mitad de la inversión.
El anteproyecto presentado por la Diputación contempla la creación de una planta de tratamiento que incluirá la recepción, pretratamiento y almacenamiento de residuos. Asimismo, habrá un área destinada al compostaje para el tratamiento de la fracción orgánica y un vertedero de rechazos para aquellos residuos que no se puedan reciclar, reutilizar ni tratar.
La consejera ha subrayado que este proyecto es esencial para alcanzar los objetivos establecidos en el Plan de Prevención y Gestión de Residuos 2030, un plan que ha sido elaborado con el consenso de diversas entidades locales y empresas del sector. Este compromiso forma parte de la gestión del presidente García-Page, quien ha enfatizado la importancia de contar con un plan de residuos a nivel nacional.
De este modo, Castilla-La Mancha se posiciona como una de las pocas comunidades, junto con el País Vasco, que cuenta con un plan de residuos aprobado, lo que le permite estar a la vanguardia en temas de tratamiento de residuos en la Unión Europea.
