Efectivos del Subsector de Tráfico de la Comandancia de la Guardia Civil de Cuenca han llevado a cabo investigaciones en los últimos días, en relación a dos automovilistas que fueron sorprendidos circulando a exceso de velocidad en carreteras de la provincia.
El primer incidente tuvo lugar el pasado 21 de septiembre, cuando agentes del Destacamento de la Guardia Civil de Tráfico de Las Pedroñeras identificaron a un vehículo que transitaba a una velocidad de 239 km/h en la AP-36. Este control estático de verificación de velocidad se encontraba ubicado en el punto kilométrico 100,600 de la mencionada autopista, dentro del término municipal de Las Pedroñeras. Es importante destacar que en dicha vía la velocidad máxima permitida es de 120 km/h.
Ante esta clara infracción, el conductor, un hombre de 40 años de edad, ha sido objeto de investigación por un delito contra la seguridad vial al conducir a una velocidad prácticamente duplicada a la establecida para la vía interurbana. Las correspondientes diligencias han sido remitidas al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción en funciones de guardia de San Clemente (Cuenca), para que se tomen las medidas legales correspondientes.
El segundo suceso ocurrió este martes, cuando los agentes del equipo radar del Subsector de Tráfico de Cuenca detectaron a un conductor circulando a una velocidad de 212 km/h en la autovía A-3, en el kilómetro 199. Dicha vía se encuentra dentro del término municipal de Pozorrubielos de la Mancha (Cuenca), siendo la velocidad máxima permitida de 120 km/h.
Con el apoyo del equipo de atestados, se llevó a cabo la investigación al conductor, un hombre de 35 años de edad, por un presunto delito contra la seguridad vial al conducir a una velocidad que supera en 92 km/h los límites establecidos para la vía interurbana. Las diligencias correspondientes han sido enviadas al juzgado de guardia de Motilla del Palancar (Cuenca), para que se realice el debido proceso legal.
Es importante resaltar que las personas investigadas podrían enfrentar penas de prisión que oscilan entre 3 y 6 meses, multas de 6 a 12 meses, trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días, y en todos los casos, una privación del derecho a conducir que puede ir de 1 a 4 años.
Estos hechos ponen en evidencia la importancia de respetar los límites de velocidad establecidos en las vías interurbanas, no solo para evitar posibles sanciones legales, sino también para garantizar la seguridad vial de todos los usuarios de las carreteras. El control y la sanción de estas infracciones son una muestra clara de que las autoridades están comprometidas con la protección de la ciudadanía y la prevención de accidentes de tráfico. Es responsabilidad de cada conductor actuar de manera responsable y respetar las normas de tráfico para evitar consecuencias negativas tanto para ellos mismos como para los demás usuarios de la vía.