Austria entra en una nueva era política: la ultraderecha recibe el encargo de formar el próximo gobierno

En un giro sorprendente en la política austriaca, el presidente Alexander Van der Bellen ha designado a Herbert Kickl, líder del partido FPÖ de ultraderecha, para formar el nuevo gobierno. Esta decisión llega tras la ruptura de las negociaciones entre el partido conservador ÖVP, los socialdemócratas y los liberales, marcando la primera vez que se le da esta responsabilidad a un partido ultraderechista en Austria.

Durante una reunión que duró alrededor de una hora, Van der Bellen y Kickl discutieron la posibilidad de formar una coalición de gobierno con el partido popular ÖVP. El presidente expresó su confianza en la capacidad de Kickl para «encontrar soluciones viables» en el transcurso de las negociaciones. A pesar de que en el pasado Van der Bellen se había mostrado reticente a un gobierno liderado por Kickl, la situación actual, descrita por el presidente como «una nueva situación», lo ha llevado a cambiar de postura.

El respaldo a Kickl por parte del ÖVP, anunciado el domingo por su nuevo líder Christian Stocker, evidencia un significativo cambio en la política austriaca, permitiendo la posibilidad de una alianza con la ultraderecha. Esta cooperación vuelca las anteriores negociaciones para la conformación de un gobierno tripartito, debilitadas por la renuncia de Karl Nehammer, quien se oponía firmemente a cualquier pacto que incluyera al FPÖ debido a sus posturas xenófobas, prorrusas y críticas hacia la Unión Europea.

La elección del FPÖ en septiembre, liderando con un 28,8 % de los votos, resaltó su popularidad en el país. Kickl, quien se convirtió en presidente del FPÖ en junio de 2021, ha sido una figura controvertida, conocida por radicalizar el discurso del partido durante la pandemia del coronavirus, oponiéndose tanto a las medidas nacionales contra el virus como a la postura occidental hacia Ucrania y Rusia, además de criticar la cooperación de Austria con la OTAN y su relación con la UE.

Las conexiones del FPÖ, incluido el liderazgo de Kickl, con figuras y entidades europeas de ultraderecha, como el primer ministro húngaro Viktor Orbán y el partido Alternativa para Alemania (AfD), han suscitado preocupación tanto nacional como internacionalmente. Con antecedentes que se remontan a la era posterior a la Segunda Guerra Mundial, el FPÖ ha mantenido lazos con ideologías extremistas, lo cual ha encendido alarmas sobre el futuro político de Austria.

La respuesta pública a esta nueva dirección política no se hizo esperar. A las afueras de la presidencia federal, cientos de personas se manifestaron para expresar su rechazo a que el FPÖ, bajo la lideranza de Kickl, esté al borde de asumir el control del ejecutivo austriaco. Este acontecimiento refleja el profundo divide en la sociedad austriaca y plantea interrogantes sobre el camino que el país tomará bajo la posible dirección de Kickl y el FPÖ.

Scroll al inicio