Australia impone sanciones a más de 30 individuos y entidades iraníes por violaciones internas y respaldo a Rusia

El Gobierno de Australia ha expresado su preocupación por la represión interna en Irán y por la presunta colaboración del país persa con Rusia en la invasión de Ucrania. Por este motivo, ha decidido imponer una serie de sanciones financieras y restricciones de visados contra treinta individuos y empresas iraníes.

Según la ministra de Exteriores australiana, Marise Payne, estas sanciones tienen como objetivo «enviar un mensaje claro a aquellos que violan los derechos humanos en Irán y a aquellos que apoyan la agenda maligna de Rusia». Además, ha agregado que Australia «seguirá trabajando con sus socios internacionales para asegurarse de que hay consecuencias para aquellos que violan las reglas internacionales».

Entre las empresas sancionadas se encuentra la Compañía de Industrias de Acero de Irán, que ha sido designada por el Departamento del Tesoro de EE. UU. por sus vínculos con el programa de misiles balísticos de Irán y por su apoyo al régimen sirio de Bashar al-Assad. También se han incluido en la lista a individuos que han sido acusados de participar en la represión de las protestas que estallaron en Irán en noviembre de 2019.

Además de las sanciones financieras, Australia también ha anunciado restricciones de visados para aquellos individuos implicados en la represión en Irán y en el apoyo brindado a Rusia en la crisis de Ucrania. Estas restricciones impedirán a estas personas ingresar a Australia o permanecer en el país.

La decisión de Australia ha sido bien recibida por algunos sectores de la comunidad internacional. El embajador de Ucrania en Australia, Mykola Kulinich, ha agradecido la acción del Gobierno australiano y ha afirmado que «las sanciones son un medio efectivo para ejercer presión sobre aquellos que violan el derecho internacional y los derechos humanos».

Sin embargo, no todos coinciden en que las sanciones sean la mejor manera de abordar la crisis en Irán y la situación en Ucrania. El presidente iraní, Hassan Rouhani, ha calificado las sanciones como «una violación de los derechos humanos» y ha acusado a Australia de seguir las políticas de EE. UU.

Por su parte, el embajador de Irán en Australia, Abdolhossein Vahaji, ha declarado que la imposición de sanciones no tendrá ningún efecto sobre la economía de Irán y ha instado al Gobierno australiano a mantener un diálogo constructivo con su país.

La situación en Irán sigue siendo motivo de preocupación para muchos países, debido a la represión interna, la violación de los derechos humanos y la supuesta colaboración con Rusia en la crisis ucraniana. Australia ha decidido tomar medidas para abordar estas cuestiones a través de la imposición de sanciones financieras y restricciones de visados contra treinta empresas e individuos iraníes. Aunque estas medidas han sido bien recibidas por algunos, también han sido criticadas por otros que creen que no son la mejor manera de abordar la situación en Irán y en Ucrania.

En cualquier caso, parece que el Gobierno de Australia está comprometido con tomar medidas para asegurar el respeto de los derechos humanos y de las normas internacionales, y está dispuesto a trabajar con sus socios internacionales para lograr estos objetivos.

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