La Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha (APAM-CLM) ha advertido que en la región «no existen» sanciones económicas por la muerte de aves debido a electrocuciones en tendidos eléctricos. Esto podría resultar en una pérdida de biodiversidad de más de 2,5 millones de euros anuales.
En un comunicado de prensa, APAM-CLM ha señalado que la aplicación de la normativa contra las electrocuciones y colisiones en Castilla-La Mancha, y en particular su régimen sancionador, parece ser atendido «de manera irregular». Además de la imposición de sanciones económicas, el régimen sancionador busca prevenir la repetición de daños, asegurar la reparación de estos y, en su caso, indemnizar por los perjuicios causados.
A pesar de que las regulaciones están bien definidas en los reglamentos aprobados por las asambleas legislativas, APAM-CLM denuncia que los gobiernos correspondientes parecen no querer aplicar las normas que se aprueban en los parlamentos.
En los últimos años, la administración autonómica ha intensificado el trabajo en la protección de aves contra la muerte por electrocuciones y colisiones, principalmente en colaboración con las empresas distribuidoras de electricidad. Como resultado, se han corregido numerosos apoyos y tendidos donde morían aves y otros animales con distintos grados de protección.
Sin embargo, salvo casos contados, la vertiente sancionadora no se aplica a los incidentes con líneas eléctricas en Castilla-La Mancha. No existen sanciones económicas por la muerte de aves electrocutadas, no se exigen requerimientos concretos ni plazos para las actuaciones, no se indemniza por el valor de los ejemplares muertos, ni siquiera por los costes de las actuaciones relacionadas con estos incidentes.
Las muertes de fauna silvestre por electrocución y colisión representan una pérdida en términos de biodiversidad. APAM-CLM ha recopilado datos de referencia del año 2020, un año menos intenso debido a la pandemia de COVID. Solo el cálculo del valor indemnizatorio de las aves, según el «Decreto 67/2008, de 13-05-2008, por el que se establece la valoración de las especies de fauna silvestre amenazada», supera los 650.000€ en casos con causas claramente constatadas, más de 200.000€ adicionales si se suman los casos en los que se atendió a animales que luego murieron, fueron irrecuperables o solo llegaron sus restos.
En total, más de 850.000€ en pérdidas indemnizatorias por la muerte de aves por electrocución en líneas eléctricas en una sola provincia de Castilla-La Mancha en un solo año. Es muy plausible que el valor de pérdida en biodiversidad debido a las electrocuciones y colisiones con líneas eléctricas en la región pueda elevarse a más de 2,5 millones de euros anuales.
Paradójicamente, mientras tanto, se publican ayudas para la adaptación de las líneas eléctricas al RD 1432/2008 que benefician a los titulares de las líneas, principalmente a las propias distribuidoras, que no sufren déficits de beneficios. Por ejemplo, para UFD (Unión Fenosa), principal distribuidora en algunas provincias de Castilla-La Mancha, el monto mencionado representaría solo el 0,09% de los beneficios de 2020, y para i-DE (Iberdrola) el 0,02% de los propios; siempre teniendo en cuenta sus beneficios netos.
Con la actual situación meteorológica de altas temperaturas y escasas precipitaciones, las muertes por electrocución, como ha ocurrido en el pasado, pueden provocar incendios cuando las aves con sus plumas en ignición caen sobre material vegetal inflamable. En estos casos, también deberían tenerse en cuenta los gastos de extinción que conllevan los trabajos de lucha contra estos incendios.
Para APAM-CLM, esta impunidad se convierte en un agravio comparativo frente a los ciudadanos de Castilla-La Mancha, ya que son ellos quienes sufren estas pérdidas, traducidas en ingresos no recaudados para las arcas públicas y en la pérdida de valores medioambientales, quienes costean las actuaciones de la administración y quienes pagan las adecuaciones realizadas en las líneas eléctricas, todo esto sin recibir nada a cambio por parte de los responsables.
En resumen, la falta de sanciones económicas y la falta de aplicación del régimen sancionador en Castilla-La Mancha ante la muerte de aves por electrocución en tendidos eléctricos están causando pérdidas irreparables en la biodiversidad de la región y un impacto económico significativo. Es fundamental que las autoridades aborden este problema de manera eficiente y se apliquen las normas y regulaciones correspondientes para prevenir futuras pérdidas y proteger la valiosa biodiversidad de la región.
