La Audiencia Provincial de Toledo tiene programado para el próximo miércoles, 27 de noviembre, el juicio contra O.G.M., acusado de un delito continuado de abuso sexual a una menor de 14 años. El Ministerio Fiscal ha solicitado una pena de 11 años de cárcel para el procesado.
Según el escrito de acusación al que ha tenido acceso Europa Press, los hechos se remontan a abril de 2019, cuando la víctima se encontraba en una plaza de su localidad con dos amigas y coincidió con O.G.M., quien estaba a bordo de un vehículo acompañado por su hermano y varios amigos. Atraída por el procesado, la menor comenzó a conversar con él, quien la reconoció como la niña a la que solía ver en casa de un amigo mutuo.
O.G.M., que tenía entonces 26 años, invitó a las tres jóvenes a acompañarlos en su vehículo a un lugar cercano a la ermita de la localidad. Una vez allí, él y la menor se separaron del grupo y comenzaron a mantener una conversación más íntima. Durante este encuentro, la joven reveló su edad y, tras una serie de besos y caricias, el acusado intentó llevar a cabo prácticas sexuales, aunque la menor se opuso, manifestando que era virgen.
Posteriormente, el grupo se trasladó a la vivienda del acusado. A pesar de que A. volvió a rechazar la propuesta de mantener relaciones sexuales, la situación evolucionó hacia una relación de pseudonoviazgo que se comunicó principalmente a través de redes sociales. Una semana después, el 17 de mayo de 2019, acordaron encontrarse de nuevo en el domicilio del procesado, donde finalmente mantuvieron relaciones sexuales.
La Fiscalía destaca que, a pesar de las reticencias iniciales de la víctima, eventualmente accedió a la relación sexual, durante la cual el procesado la penetró vaginalmente sin protección. Se menciona que, dentro de los días siguientes, mantuvieron relaciones sexuales consentidas en varias ocasiones más.
El proceso dio un giro cuando, el 1 de junio, A., tras visitar a su madre en un centro penitenciario, confesó la situación vivida con O.G.M. a su madre. Preocupada por el estado emocional de su hija y las potenciales consecuencias de la relación, su madre alertó a las autoridades, lo que llevó a la apertura de una investigación policial.
El Juzgado de Instrucción número 1 de Illescas impuso al acusado una orden de alejamiento, prohibiéndole acercarse a la menor así como comunicarse con ella durante la tramitación del presente procedimiento. El juicio, que abordará las circunstancias del caso y las pruebas presentadas, promete ser un momento clave en la búsqueda de justicia para la víctima.