Un alto mando del Ejército ruso, el teniente general Fanil Sarvárov, murió este lunes tras la explosión de su automóvil en el barrio de Yásenevo, al sur de Moscú. El Comité de Instrucción de Rusia (CIR) ha indicado que este atentado podría estar vinculado a la inteligencia ucraniana. La detonación del artefacto explosivo dejó a Sarvárov gravemente herido, y los esfuerzos médicos no lograron salvar su vida en el lugar del incidente.
Las autoridades rusas han iniciado una causa penal por asesinato y por el tráfico ilegal de sustancias explosivas, enviando equipos de investigadores y criminalistas al lugar. Svetlana Petrenko, portavoz del CIR, ha asegurado que se están revisando distintas hipótesis, entre las que se incluye la implicación directa de Ucrania en el ataque. Además, se han iniciado análisis forenses, revisiones de cámaras de seguridad y entrevistas a testigos para esclarecer los hechos.
Este ataque se suma a una serie de atentados atribuidos a Ucrania desde el inicio del conflicto, que han tenido como objetivo a altos funcionarios rusos. Entre las víctimas se encuentran otros altos mandos como el teniente general Yaroslav Moskalik y el teniente general Ígor Kirílov, lo que plantea un escenario de creciente violencia y tensiones entre ambos países en medio de la guerra en curso.
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