Mejor atención de menores con el programa de coordinación entre Pediatría y la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil del Hospital de Toledo

El programa de coordinación entre Neuropediatría y la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil del Complejo Hospitalario de Toledo, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), cumple este año 15 años de trabajo conjunto centrado en actuaciones que garantizan la atención integral de los niños y adolescentes, atendiendo a unos 2.000 menores en estos tres lustros.

La doctora Gracia González-Carpio, psicóloga clínica de la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil, explicó que desde el añ 2004 se lleva adelante el progrma de reuniones de coordinación periódicas, en las que participan neuropediatras -Alfonso Verdú y Oscar García- psicólogos clínicos, psiquiatras, enfermeras y trabajadora social, donde se intercambia información y se analizan los casos.

Para la doctora González-Carpio, se estableció un modelo de coordinación que garantiza la detección e intervención de forma eficaz y de continuidad de cuidados de los niños atendidos, con el objetivo general de desarrollar mecanismos eficaces de coordinación y cooperación que garantice la atención de forma integral a niños y adolescentes.

El programa pretende mantener actuaciones coordinadas con niños que presentan alteraciones, déficit o afectación neurológica junto con las disfunciones que estas implican a nivel cognitivo, comportamental o emocional con el objetivo de establecer un diagnóstico, rápida intervención y medidas terapéuticas más eficaces.

Para ello, ha indicado la doctora Gracia González-Carpio, se establecen reuniones de trabajo donde se analizan cada uno de los casos, se valoran las pruebas realizadas y se toman decisiones sobre las actuaciones a seguir con cada niño. Además, se informa de la evolución, tratamiento, mejoría o alta y se establece cual será la continuidad o seguimiento del menor.

En definitiva, ha precisado la doctora González-Carpio, lo que se busca es “mejorar las condiciones de los pacientes en cuanto a la rehabilitación e integración de los menores en su vida cotidiana, manteniendo la asistencia al colegio, participación e integración en actividades deportivas y sociales, normalizando en lo posible su desarrollo y adaptación”.

En este programa participan niños y adolescentes de entre 0-14 años que presentan  patología neurológica, anomalías congénitas, trastornos sindrómicos, retrasos en el desarrollo, discapacidad intelectual, trastorno específicos desarrollo del aprendizaje, trastornos  específico del desarrollo mixto,  trastornos  somatomorfos, trastornos por tics múltiples, motores y fonatorios combinados, trastornos del comportamiento, trastornos disociales, trastornos desafiantes y oposicionistas, trastornos de lenguaje, cefaleas, trastornos del sueño, entre otros, siendo los que requieren mayor atención los niños con Trastornos por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), por su frecuencia de aparición, y los niños con trastornos del  espectro autista  (TEA) por su complejidad  y gravedad de presentación.

Para esta especialista se puede considerar que “esta coordinación tiene aspectos muy positivos en la medida que se está prestando una calidad asistencial efectiva evitando duplicar intervenciones. Se orientan mejor tratamientos, diagnósticos y pautas a las familias y los niños, y se alcanzan mejores resultados con ahorro de recursos. Además, ha aumentado la satisfacción de los pacientes y las familias ante la continuidad del proceso expresada de forma subjetiva en las consultas”.

Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil

La doctora González-Carpio ha resaltado que los importantes cambios que se producen en la infancia y la adolescencia tanto a nivel físico, social como psicológico pueden verse alterados por acontecimientos cruciales y dar lugar a problemas de salud mental. Se conoce que una gran parte de los trastornos mentales aparecen por primera vez antes de los 14 años y aproximadamente un 70 por ciento de ellos empiezan antes de los 18 años.

Esto debe ser motivo de preocupación para una sociedad en desarrollo, por lo que la importancia de la atención a la Salud Mental Infanto-Juvenil se basa no solo en la atención a un grupo de edad especialmente vulnerable y con unas características especiales diferentes a los problemas de salud mental de los adultos, sino también por su carácter preventivo respecto a la posible aparición de trastornos posteriores.

En Castilla-La Mancha la atención a la salud mental infantil, en niños y jóvenes entre  0 a 17 años, se realiza principalmente a través de  las Unidades de Salud Mental Infanto-Juvenil de los centros sanitarios dependiente del SESCAM. También existen otros dispositivos como son los hospitales de día, la unidad de hospitalización breve de Ciudad Real y centro de atención especializada a menores con graves problemas de conducta en Toledo, que conforman la red de atención a la salud mental infanto-juvenil.

Esta red funciona de manera coordinada a través de los distintos dispositivos que atienden a los menores, como los servicios sociales de la Dirección General de Familia y Menores, los centros educativos, asociaciones o recursos comunitarios.

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