Ataque israelí en Gaza cobra la vida de al menos 22 integrantes de una familia: un devastador suceso familiar

En un devastador acontecimiento que ha conmovido a la comunidad internacional, al menos 22 miembros de la familia Abu Tarabish perdieron la vida tras un intenso bombardeo israelí sobre su residencia en Beit Lahia, en la asediada región del norte de Gaza. Este ataque forma parte de un prolongado asedio militar por parte de Israel que ya alcanza 68 días y que ha mantenido a la población en un estado de vulnerabilidad constante.

La vivienda, un edificio de tres pisos que no solo era el hogar de los Abu Tarabish sino también refugio para más de una treintena de desplazados por los recientes conflictos, se encuentra cerca del hospital Kamal Adwan, uno de los únicos dos centros médicos aún en funcionamiento en el norte de Gaza. La proximidad al hospital subraya la creciente preocupación sobre la seguridad de las infraestructuras esenciales y los civiles en zonas conflictivas.

El miércoles por la mañana, la agencia de noticias palestina Wafa reportó inicialmente la cifra de 30 muertos y desaparecidos bajo los escombros, aunque hasta el momento, solo se han confirmado 22 víctimas mortales. Entre ellos, lamentablemente, se encuentran seis niños, cuyas pequeñas vidas han sido arrebatadas en esta tragedia.

Estos sucesos ocurren en un contexto donde un 90% de la población de Gaza, estimada en unos 2.1 millones de personas, se encuentra desplazada debido a la desgarradora situación que vive el territorio. El hospital Kamal Adwan, cercano a la vivienda atacada, ha sido objeto de acciones de desalojo forzadas por el ejército israelí, mediante ataques que han impactado tanto al centro médico como a sus inmediaciones.

La situación en el hospital Kamal Adwan es particularmente alarmante. El centro, que alberga a 90 pacientes y 66 miembros del equipo médico, ha sido blanco de ataques militares, recibiendo disparos, bombas y cohetes en varias ocasiones entre el 3 y el 7 de diciembre, resultando en la muerte de siete personas, incluyendo cuatro médicos y un niño, según informes de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). Además, ataques perpetrados el 5 de diciembre cobraron la vida de otras siete personas en los alrededores del hospital.

Hasta el momento, el Ejército de Israel no ha emitido comentarios específicos sobre este último bombardeo. Sin embargo, acciones previas, como la entrada forzada de soldados al hospital Kamal Adwan exigiendo su evacuación, han sido públicamente denunciadas.

Este ataque subraya la intensificación del conflicto en la región y la escalada de violencia que afecta desproporcionadamente a los civiles palestinos, incluidos niños y familias desplazadas que buscan refugio ante un panorama de incertidumbre y terror. La comunidad internacional observa con creciente alarma mientras busca caminos hacia una paz duradera en esta región históricamente conflictiva.

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