En una jornada repleta de festividades en la España rural este 15 de agosto, un equipo del programa «Mañaneros» de Televisión Española vivió un episodio inolvidable en un municipio alicantino, donde se celebraba una de las fiestas más acuáticas y emblemáticas de la temporada. La localidad, que decidió repartir más de 80.000 litros de agua entre los participantes, fue escenario de un momento televisivo que se ha viralizado rápidamente.
El reportero Andrés Senabre, conocido por su reciente incorporación a TVE tras su paso por «TardeAR», experimentó de primera mano la euforia y el júbilo de los asistentes a la festividad. Intentando cubrir el evento y recoger testimonios, Senabre se convirtió en el blanco perfecto para los verbeneros, quienes no dudaron en lanzar cubetazos de agua contra él, dificultando significativamente su labor periodística.
El punto álgido de la cobertura llegó cuando, en plena conexión en directo con el estudio, el reportero recibió un cubo de agua en la cara, situación que obligó a devolver la señal al plató de manera precipitada. Entre risas y comentarios jocosos del equipo del programa, dirigido por Alberto Herrera y Ana Prada, se pudo escuchar al reportero solicitando una toalla y suplicando un poco de piedad mientras intentaba, sin éxito, continuar con la transmisión.
Este evento no solo capturó la esencia de las tradicionales fiestas veraniegas españolas, sino que también destacó el papel de los medios de comunicación en llevar a cabo coberturas en condiciones extremas, siempre con el objetivo de entretener e informar al público. La dinámica interacción entre los presentes y el equipo de «Mañaneros» culminó en un reconocimiento espontáneo al reportero Senabre, quien fue galardonado humorísticamente con el «premio del directo del día» por su perseverancia y buen humor ante la adversidad.
Las imágenes y el reportaje del inesperado baño de Andrés Senabre rápidamente trascendieron en las redes sociales, ganando la simpatía y la admiración de los espectadores, quienes celebraron la originalidad y el desenfado de la cobertura. Este episodio se suma a la memoria colectiva de las festividades de agosto, recordando la importancia de la alegría y la comunidad en la cultura española.
