Cuatro soldados italianos de la misión de paz de las Naciones Unidas en el Líbano (FINUL) han sido heridos en un ataque este viernes, según confirmaron fuentes del Ministerio de Defensa de Italia, que aún están investigando los hechos. Se ha informado que las vidas de los militares no corren peligro después de este incidente ocurrido en la base de la misión de paz FINUL en el sur del Líbano, una región que ha sido escenario de enfrentamientos entre el grupo chií libanés Hezbolá y el ejército israelí desde principios de octubre.
Los soldados resultaron heridos por la explosión de cristales tras el impacto de dos cohetes de 122 milímetros en la base UNP 2-3 de Jiam, según un comunicado emitido por el ministerio después de una primera reconstrucción de los hechos. El Ministro de Defensa, Guido Crosetto, se comunicó con el comandante del contingente, el general de brigada Stefano Messina, para conocer su estado, indicando que las lesiones «no causan preocupación». Además, ha dialogado con las autoridades libanesas defendiendo el papel de las tropas italianas en la región como un esfuerzo por «ofrecer una ventana de oportunidades a la paz».
Este ataque se suma a la preocupación por la seguridad de las instalaciones de mantenimiento de la paz de la ONU en el sur del Líbano, que ya han sido impactadas por enfrentamientos previos. Incluso, el pasado martes, la base sufrió el impacto de ocho cohetes lanzados por la milicia según el gobierno italiano, aunque en esa ocasión no hubo heridos. La presencia de las fuerzas de FINUL en la región ha sido objeto de ataques, incluidos los perpetrados por el ejército israelí desde el inicio de la invasión.
En respuesta a estos sucesos, Italia ha elevado quejas ante Israel por ataques previos al contingente de la ONU, que incluye unos 1.200 soldados italianos. La semana pasada, el ministro de Exteriores italiano, Antonio Tajani, instó a su homólogo israelí, Guideon Saar, a garantizar la seguridad de los militares de la FINUL.
Estos incidentes subrayan la complejidad y el peligro de la misión de paz en el Líbano, así como la urgente necesidad de dialogar y trabajar para evitar que las bases de la ONU sean utilizadas como escudos o blancos en el conflicto, garantizando la seguridad de los cascos azules y de la población civil.