En un reciente acontecimiento que ha sacudido la franja de Gaza, las autoridades locales han expresado una profunda consternación frente a un devastador bombardeo israelí que tuvo lugar este sábado. El ataque en question impactó un campo de desplazados situado en Al Mawasi, al oeste de Jan Yunis, una zona que, de acuerdo con declaraciones previas del Ejército israelí, se había designado como «segura» para aquellos huyendo de la violencia en el enclave.
Según ha informado Yusef Abu al Rish, subsecretario del Ministerio de Salud en Gaza, la tragedia ha costado la vida de al menos 71 personas, dejando además a 289 heridos. Estas cifras podrían elevarse, dada la continua llegada de víctimas a los hospitales del área. Reportes de la cadena Al Jazeera relatan que cinco misiles alcanzaron tanto tiendas de campaña como una planta de desalinización de agua cercana a la zona del impacto, exacerbando el ya de por sí grave escenario.
La magnitud de la tragedia se amplía con el fallecimiento de Muhamad Hamad, subdirector del Departamento de Bomberos y Salvamento de la Defensa Civil, junto con otros ocho miembros del equipo resultando heridos. Los ataques, señalan desde Gaza, no tuvieron reparo en golpear directamente a los socorristas que apuraban por ofrecer ayuda.
Este trágico suceso acontece tan solo un día posterior a declaraciones del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien señaló que Israel y Hamás habían aceptado un marco para negociar un alto en el fuego en Gaza, mostrando un destello de esperanza hacia el cese de las hostilidades que, sin embargo, pareció desvanecerse con este reciente ataque.
Fuentes vinculadas al Ejército de Israel sugerían que el bombardeo tenía como objetivo a Mohamed Deif, comandante del brazo militar de Hamás y uno de los más buscados por Israel, así como a Rafa’a Salamé, comandante de Hamás en Jan Yunis, aunque permanece incierto si alguno de ellos se encontraba entre las víctimas.
Mientras Gaza lamenta esta nueva ola de pérdidas humanas, el Ejército israelí ha iniciado reuniones de alto nivel para evaluar las repercusiones del ataque, contando con la participación del ministro de Defensa, Yoav Gallant, y otros altos mandos de las fuerzas armadas y de inteligencia del país. Este incidente deja en evidencia la complejidad y fragilidad del contexto actual en Gaza, donde cada acción parece alejar la posibilidad de paz y seguridad para sus habitantes.
